Las Palmas arrebató a Cádiz en el último momento el rodaje de “Aliados”

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria revivió en sus calles lo que implica un gran rodaje de Hollywood 60 años después de John Houston filmara en la playa de Las Canteras “Moby Dick” casi por una carambola de última hora, que le permitió arrebatar a Cádiz su papel en “Aliados”.

El equipo de Paramount que preparaba el rodaje de esta historia de espías ambientada en la Segunda Guerra Mundial tenía ya decidido que iba a rodar en España, con dos localizaciones casi cerradas: Fuerteventura, cuyos páramos y dunas se iban a convertir en el desierto del Sahara, y Cádiz, llamada a transformarse en Casablanca.

Sin embargo, los colaboradores de Robert Zemeckis no estaban seguros de que dos localizaciones tan alejadas (más de 1.100 kilómetros sobre el Atlántico) pudieran compaginarse con la agilidad que exigían los planes de rodaje de esta historia protagonizada por el estadounidense Brad Pitt y la francesa Marion Cotillard... y sus dudas llegaron en Nueva York a un productor canario.

El director ejecutivo de Sur-Film, Juan Cano, ha revelado esta noche en el preestreno de “Aliados” en Las Palmas de Gran Canaria algunos de los secretos de cómo se gestó la llegada a la isla de esta superproducción, cuyo rodaje generó un impacto en la ciudad superior a los 20 millones de euros en apenas cuatro días de grabación, según cálculos del Cabildo.

Juan Cano ha relatado que estaba en Nueva York trabajando para intentar llevar la quinta entrega de “La Momia” a Fuerteventura -un proyecto que finalmente no fraguó- cuando recibió la información de que el equipo de Zemeckis tenía dudas de que la ciudad española que había elegido como “Casablanca” pudiera casar en sus planes, porque planteaba importantes dificultades logísticas.

El responsable de la productora canaria logró convencer al diseñador de producción de “Aliados”, Gary Freeman, de que se desplazara a Las Palmas de Gran Canaria para enseñarle un puñado de localizaciones urbanas, empezando por la emblemática plaza de Cairasco, presidida por el Gabinete Literario y el Hotel Madrid.

Cano asegura que Freeman quedó tan convencido ya desde esa primera localización, que telefoneó ese mismo día a Zemeckis para decirle que tenía la alternativa perfecta.

Y el resto, puede verse desde este fin de semana en la última película del responsable de “Regreso al futuro” y “Forrest Gump”, en la que el espía canadiense Max Vatan se estrena en la vida nocturna de la Casablanca de los años cuarenta en un club de una bulliciosa plaza que, en realidad, es la entrada del Gabinete Literario.

Ese emplazamiento está muy presente en la primera hora de la película, lo mismo que otros puntos del barrio de Triana convertidas en callejuelas de Casablanca o la vieja fábrica de hielo del puerto de La Luz, transformada en la embajada del régimen nazi.

El preestreno de la cinta en la ciudad también ha servido para corroborar que Brad Pitt no mentía ayer cuando dedicó las breves palabras que pronunció ante el público invitado a la “première” de “Aliados” en Madrid, en el cine Callao, a elogiar la acogida que había tenido el equipo en Gran Canaria y la calidez de la gente.

El alcalde de Las Palmas, Augusto Hidalgo, ha relatado que Pitt no solo se acercó varias veces a saludar a los cientos de seguidores que acudieron a presenciar el rodaje de cada una de sus escenas, como se pudo comprobar durante sus cuatro días de trabajo en la ciudad, sino que se sintió tan cómodo en ella, que incluso salió de incógnito a pasear sin que nadie le agobiase, como le confirmaron los responsables de su seguridad.

Y no solo eso, sino que en el preestreno de hoy se han proyectado unas breves declaraciones del actor estadounidense realizadas ayer en Madrid -donde no concedió entrevistas- en las que confirma lo que hasta ahora era solo un rumor: alquiló una moto y disfrutó con ella por las carreteras interiores de la isla.