Bach y Piazzolla llegarán al Auditorio Nacional con Isabelle Van Keulen

La “claridad” a la hora de entender la música que comparten Johann Sebastian Bach y el argentino Astor Piazzolla hizo “sencillo” para la violinista holandesa Isabelle Van Keulen fusionar sus composiciones en “Bach-Tango!”, un recital que interpretará mañana en el Auditorio Nacional.

“Bach y Piazzola tienen formas paralelas de entender la música, algo que se manifiesta en la claridad del lenguaje de sus composiciones y constituye su mayor punto en común”, explica Van Keulen (Mijdrecht, 1966) en una entrevista con Efe.

“Esa transparencia hizo muy sencillo mezclar las composiciones de un músico barroco como Bach y de otro contemporáneo, Piazzolla, que le admiró y se inspiró en él”, añade la holandesa, que interpreta composiciones de ambos artistas en sus discos “Tango!” (2013) y “Más tango!” (2015).

El compositor y bandeonista argentino Astor Piazzolla se adentró en el mundo de Johann Sebastian Bach a los 13 años, cuando cursaba estudios musicales con el pianista húngaro Bela Wilda, con el que, en sus propias palabras, aprendió a “amar” al genio barroco.

Bach se convertiría posteriormente en una de las principales influencias de Piazzola, que falleció en Buenos Aires en 1992, a los 71 años, y que es considerado uno de los renovadores del tango.

Isabelle Van Keulen tiene “muchas ganas” de subirse el miércoles al escenario del Auditorio Nacional a interpretar las composiciones de Bach y Piazzola porque es un repertorio de su “propia elección” hecho a partir de una mezcla de estilos que “realmente” funciona.

Entre las piezas que forman el programa de “Bach-Tango!” se encuentran “Allemande y Giga de la Partita II” y “Ciacconna de la Partita II”, de Bach, y el “Invierno porteño” y la “Milonga del ángel”, de Piazzolla.

A juicio de la violinista, que lleva un lustro interpretando a Piazzola, contar también con una mitad de composiciones de Bach en el programa del recital lo enriquece “enormemente”.

Al público que acuda al concierto, enmarcado en el ciclo Fronteras del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), Van Keulen le aconseja que lo haga con la “mente abierta” porque su objetivo es que centre “toda su atención” en la música y que se olvide de los “intérpretes”.

“Aunque el resto de la orquesta y yo personalizamos la música sobre el escenario, el compositor es mucho más importante que nosotros. Esto pasa con cualquiera, pero mucho más con Piazzola y Bach por la fuerza que transmiten en sí mismos”, afirma la violinista.

La holandesa estará acompañada sobre las tablas de la sala de cámara del Auditorio Nacional por el bandoneonista Christian Gerber, la pianista Ulrike Payer y el contrabajista Rüdiger Ludwig.