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“Platero y yo” cumple 100 años también en Miami, hogar de Juan Ramón Jiménez

"Platero y yo" cumple 100 años también en Miami, hogar de Juan Ramón Jiménez

EFE

Miami (EE.UU.) —

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La conmemoración este año del centenario de la publicación de “Platero y yo”, la aportación al poema en prosa esencial de Juan Ramón Jiménez, sirve para vindicar en Miami (Florida), donde el poeta residió tres años, la vigencia de esta obra plena de belleza y valor testimonial.

Y es que la Feria Internacional del Libro de Miami se ha sumado en su trigésimo primera edición a los homenajes con que se honra al poeta de Moguer en el centenario de la primera edición de “Platero y yo”, publicada en 1914.

Para ello, los organizadores de esta cita literaria han incluido en su programa de autores iberoamericanos la velada “¡Feliz cumpleaños, Platero!”, en la que participa el presidente de la Fundación y Casa Museo Juan Ramón Jiménez, Antonio Ramírez Almanza, quien ha rememorado para Efe la intensidad poética y lingüística de esta obra.

“Es un clásico (”Platero“) de la literatura española por sus valores éticos y estéticos, un texto universal que sigue impresionando por su carácter social y de testimonio humano”, considera Ramírez, para quien esta obra mantiene hoy una total vigencia y sigue siendo lectura obligada en el ámbito docente en España y muchos países de Hispanoamérica.

Se mostró de acuerdo en que la prosa lírica de “Platero y yo” revolucionó el castellano del siglo XX por sus hallazgos expresivos y, a la vez, cristalizó como un instrumento novedoso de la poesía testimonial.

Así, los poemas titulados “El niño pobre”, “La carbonerilla”, “La cojita” y los capítulos en los que Juan Ramón despliega una “tremenda galería de personajes auténticos” hasta formar un mundo real y estremecedor que le da al texto un carácter social.

Esta actitud de protesta del poeta, que no muchos críticos han sabido ver, tiene su origen en los principios del krausismo, que asimiló Juan Ramón bajo la influencia de su amigo Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el cual incentivó la renovación educativa, cultural y social de España en el siglo XIX.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958) “cambió”, a partir de su encuentro con los krausistas, su “forma de escribir y describir” e “introdujo en 'Platero' además un elemento fundamental y novedoso” para aquella época, el color, continúa el experto en la obra del gran poeta Premio Nobel de Literatura 1956.

Fueron las ideas seminales del espíritu krausista, entre otras el “amor a la naturaleza” y el “compromiso social”, las que influyeron en el cambio de orientación que se produce en la visión juanramoniana del mundo y las letras.

Rechaza Ramírez el estereotipo y los lugares comunes que sitúan a Juan Ramón Jiménez en una suerte de torre de marfil, alejado de la realidad cotidiana y los padecimientos de sus contemporáneos, si bien es cierto, precisa, que “su única preocupación fue su obra, con mayúsculas”.

Defiende el crítico que un “repaso por su apasionante biografía” demuestra que Juan Ramón estaba al tanto de todo lo que ocurría a su alrededor, de la política y de los temas sociales del momento, y que “era muy humanitario”.

Opina además que el poeta moguereño se ha confirmado, con el paso del tiempo y la labor de digitalización y publicación de nueva obra, no solo como el “mejor poeta del siglo XX de la literatura española”, por su “capacidad transformación e innovadora”, sino en uno de los mayores prosistas españoles de todos los tiempos.

Ramírez expresó su emoción por encontrarse en Miami, en cuya barriada residencial de Coral Gables el escritor y su mujer, Zenobia Camprubí, se instalaron un 29 de enero de 1939.

Al poeta probablemente el paisaje de pinos y el cielo alto y tenso de Miami le recordaba el de su pueblo andaluz de Moguer, blanco y luminoso.

“Las casas blancas, techos de teja y pinos le recuerdan a Moguer y su nostalgia fluye en verso”, escribió Camprubí en su “Diario”. Aquí, en Miami, vivió el matrimonio desde 1939 hasta octubre de 1942, cuando se mudaron a Washington.

Fueron estos unos años en los que Juan Ramón estuvo lleno de inspiración y ánimo y durante los cuales compuso varias de sus obras fundamentales, como “Romance de Coral Gables” (impreso en 1948) y “Espacio”, para muchos críticos su obra maestra.

“Ya se han publicado una veintena de libros de Juan Ramón inéditos en prosa y, aunque queda todavía obra suya por publicar, se ha avanzado mucho”, señaló Ramírez, quien animó a todos lo que deseen conocer su prosa “exquisita” a que lean “Vida”, el “gran proyecto autobiográfico” del poeta, cuyo primer volumen se acaba de publicar.

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