La Presidencia egipcia no permitirá “manipular el destino del país” con atentados

La Presidencia de Egipto condenó hoy “con intensidad” los tres atentados que se registraron en El Cairo a lo largo de la mañana de este viernes y advirtió de que “no permitirán intentos de manipular el destino del país porque eso es una línea roja”.

En un comunicado, lamentó la muerte de las cinco víctimas de los ataques y aseguró que “los actos que buscan romper la voluntad de los egipcios no harán más que mantenerlos más unidos para imponer la consecución de sus peticiones (que hicieron) durante la revolución del 25 de enero y 30 de junio”.

Además, aseguró que Egipto sigue siendo “firme” en su lucha contra el terrorismo y en su voluntad de cumplir la hoja de ruta para el futuro del pueblo egipcio.

La nota señala también que la Presidencia egipcia está decidida a castigar “duramente” a todo aquel que tenga la intención de planear, financiar, incitar, participar o cometer actos terroristas.

“El intento de manipular el destino de este país es una línea roja que no permitiremos a nadie que la cruce, ni siquiera que se acerque a ella”, dijo en el comunicado.

Recordó además que el país ya tuvo que enfrentarse a una lucha contra el terrorismo en la década de los 90, y “volverá a derrotarlo de nuevo, arrancarlo de sus raíces y castigar sin piedad a sus autores, que no tendrán perdón ni darán pena”.

Por otro lado, la Liga Árabe mostró su apoyo al Gobierno egipcio “en su lucha contra el terrorismo y contra todas las fuerzas que están detrás del él” y condenó “enérgicamente” los atentados de hoy.

El secretario general de la Organización, Nabil Al Arabi, pidió “aplicar la pena máxima a todos los implicados en este crimen atroz, a los autores, planificadores e instigadores al mismo”, y advirtió de que no impedirá que el pueblo egipcio marche hacia un sistema democrático en el que todos vivan en libertad, justicia y dignidad.

Mientras, el partido islamista moderado Egipto Fuerte lamentó los atentados, en un comunicado, y advirtió de que “los hechos delictivos no socavarán al pueblo egipcio y no relajarán su determinación de luchar contra los criminales”.

Estos atentados se producen un día antes de que se cumplan tres años del inicio de las revueltas de 2011, tras las que fue derrocado el entonces presidente del país, Hosni Mubarak (1981-2011).