Roger Bernat acude a Egipto para buscar “huellas” creativas de la revolución

El director de teatro catalán Roger Bernat ha llegado a Egipto en busca de las huellas de “la efervescencia colectiva” de la revolución de 2011 y para ello ha pedido a los asistentes a un taller de teatro participativo que ofrece en El Cairo que representen sus memorias y vivencias.

“En este taller no vengo a enseñar sino a que los participantes me enseñen”, explica Bernat a Efe y seguidamente a los 21 participantes en el taller, que tiene lugar ayer y hoy en el marco del Festival de Arte Contemporáneo de El Cairo D-CAF.

Bernat no plantea su taller como una clase sino como un “diálogo” entre él mismo, que acude a la capital egipcia en busca de “elementos de creatividad colectiva que se da raras veces en la historia de un país” y los participantes, a los que les propone crear un “archivo escénico” de esos momentos que han vivido.

Para ello, les pide a los participantes -hombres y mujeres de entre 25 y 35 años aproximadamente- que recreen recuerdos, sueños, una cronología, una celebración, acciones, representaciones mediáticas de los días de más efervescencia social que vivió Egipto a partir del estallido de las protestas populares del 25 de enero de 2011 y los meses posteriores.

Los participantes forman grupos de trabajo para “crear” sus retazos de memoria colectiva y cada uno elige su propia forma de expresión y lo que desea “grabar” en el archivo que Bernat les ha propuesto hacer entre todos.

Después de los primeros momentos de desconcierto y confusión, los grupos de aficionados y estudiantes de teatro, se ponen de acuerdo sobre qué y cómo quieren contar aquellos días que sacudieron al país y que todos los presentes dicen haber vivido entonces -y recuerdan ahora- de forma intensa.

Uno de los grupos decide representar los sentimientos de cada uno de ellos al llegar un día a la parada de metro de la plaza Tahrir de El Cairo, epicentro de la revuelta, y encontrarla cerrada, situación frecuente en los pasados cinco años ya que las autoridades suelen clausurarla por motivos de seguridad.

Finalmente, el “maestro” les insta a que salgan al escenario y presenten al resto de compañeros sus “creaciones”, sin temores y sin un formato preestablecido, para así “dejar rastro de esos momentos de efervescencia colectiva” en forma de arte.

En el mismo teatro Falaki donde imparte el taller, situado a poca distancia de la plaza Tahrir, el artista catalán también presenta estos días la pieza de teatro “Numax-Fagor-Plus”, que ya ha llevado a los escenarios de España y Europa.

En Egipto, la obra es una adaptación en lengua árabe y está recibiendo una buena acogida por parte del público local, que se ha animado a interactuar y “reproducir” las asambleas de los trabajadores de las fábricas Numax y Fagor, autogestionadas temporalmente por sus empleados tras sus cierres en 1979 y 2013, respectivamente.

El público egipcio es invitado a “revivir” esas luchas obreras y que todos saquen “el obrero que llevamos dentro”, en palabras de Bernat, que considera que estas batallas son “muy cercanas al público cairota”.

El espectáculo consta de tres partes en las que, tras ver fragmentos de documentales, los espectadores son invitados a interpretar ellos mismos a los obreros que lucharon por sus derechos en ambas fábricas de electrodomésticos y “reproducir” las asambleas.

La pieza no cuenta con actores profesionales y Bernat dirige el espectáculo con la ayuda de dos pantallas y una sencilla instalación, que en uno de los pases del pasado fin de semana falló y obligó a repetirla el día siguiente.

Para el catalán, estar en El Cairo es “una oportunidad para ver qué ha quedado después de un momento muy creativo colectivamente” y precisamente el festival al que ha sido invitado nació a raíz de la revolución del 2011, siendo esta su quinta edición.

Por Francesca Cicardi