Skinner pide a religiosos que abran catedrales e iglesias a la música antigua

David Skinner, uno de los más prestigiosos directores corales del mundo, ha pedido a los religiosos que abran las puertas de las catedrales, iglesias y monasterios a la música antigua, para que no sólo se interprete durante la liturgia “la típica música popular”.

Skinner, director del grupo vocal Alamire, ha lamentado en una entrevista con Efe la resistencia que en este sentido existe por parte de los religiosos, ya que piensan que “es como música de arte y que el pueblo no lo va a comprender”.

Este experto en música de los siglos XV y XVI forma parte del grupo de profesores que trabaja en Ávila con un grupo de sesenta alumnos, procedentes de ocho países, dentro de la Semana Internacional de Canto organizada por Zenobia Música y enmarcada dentro del VII Festival de Música de Las Navas del Marqués (Ávila).

El programa ha incluido varios conciertos de Alamire tanto en el convento como en el castillo de Magalia, en Las Navas del Marqués, y también en la catedral de Ávila.

Acostumbrado a participar en este tipo de seminarios, David Skinner se felicita por el hecho de que se vaya reavivando la música coral tanto en España como en Italia donde, según asegura, “existen muy buenos tenores”.

Desde su punto de vista, este renacimiento de la música coral en el sur de Europa tiene que ver con que “muchos músicos profesionales ingleses” hayan grabado durante los últimos veinticinco o treinta años música de compositores como Morales, Guerrero o el abulense Tomás Luis de Victoria.

En su opinión, esta circunstancia ha despertado el interés por estos autores cuya música “suena muy bien” y desean cantarla e interpretarla “como ellos”, pero no saben cómo hacerlo, al haberse perdido una tradición tan arraigada en el Reino Unido.

Precisamente, su deseo de convertirse en contratenor cuando era joven fue lo que le hizo trasladarse desde su California natal hasta Edimburgo inicialmente y después a Oxford, donde obtuvo el título de doctor.

Tras fundar en 1989 junto a Andrew Carwood The Cardinal's Musik, con el que obtuvo varios premios discográficos, en 2005 se mudó a Cambridge y fundó Alamire, un proyecto más personal en el que optó por hacer su propio grupo y proyectar sobre él su labor investigadora.

Entre sus trabajos más destacados sobresalen el que hizo en torno a la música y los compositores de la era Tudor en Inglaterra, tal y como se ha puesto de relieve en Ávila, donde Alamire ha interpretado música encargada, coleccionada o patrocinada por Catalina de Aragón, Ana Bolena e Isabel I.

Tras destacar la calidad de compositores como Tomás Luis de Victoria en España o Palestrina en Italia, Skinner defiende que la música antigua también se pueda interpretar en las iglesias tanto en la liturgia como fuera de ella.

Para ello, considera que se debería “convencer a los religiosos de las catedrales y los monasterios para que dejen que se cante más música en la liturgia y que no sea la típica música popular, sino que también se deje cantar música de alto nivel, como la de Tomás Luis de Victoria”.

“Aquí hay una especie de resistencia por parte de los religiosos, porque piensan que es como música de arte, que el pueblo no lo va a comprender y les va a distraer de lo que es el cometido de rezar”, ha argumentado el director estadounidense.

Desde su punto de vista, si “se reaviva el interés” por esta música desde la Iglesia, “cada vez habrá más gente interesada en aprender y meterse en coros”.

Respecto al escenario más adecuado para interpretar este tipo de composiciones, considera que los templos son los mejores lugares para hacerlo, aunque “el principal problema” para la polifonía en España radica en que “son las iglesias las que tiene que estar por la labor y abrir sus puertas”.

“Que faciliten las cosas”, ha añadido añade al respecto antes de lamentar cómo en España “muchas veces no se deja cobrar entrada en las iglesias para conciertos”, a diferencia de lo que ocurre en otros países, lo que a su juicio es “un problema” porque los integrantes de estos coros “tienen que vivir”.

Antonio García