Teresa Viejo abordará la desazón y la culpa en su próxima novela

La periodista y escritora Teresa Viejo ha asegurado hoy que en su obra literaria ha utilizado la realidad como “un instrumento para construir la ficción” y que en su próxima novela abordará los sentimientos de desazón y de culpa.

Viejo ha anunciado que proyecta una obra de ficción que analice la pérdida de cosas importantes como la muerte de seres queridos que provocan cambios radicales en las personas.

En una rueda de prensa celebrada en la Semana Negra de Gijón, donde participa como autora invitada, Viejo ha reconocido que su carrera en la narrativa se divide en dos partes, la primera en la que escribió sobre los hombres y una segunda mucho más metida en la ficción.

Sus primeros libros “Hombres, modo de empleo”, “Pareja. ¿Fecha de caducidad?” y “Como ser mujer y trabajar con hombres” han sido el resultado de la ubicación social que tenía en ese momento como “una mujer en un mundo de hombres”.

“Estas obras se siguen vendiendo bien y gustando a la gente, aunque yo le diría a los lectores que si quieren conocerme bien lean las novelas posteriores”, ha afirmado.

Teresa Viejo, que ha trabajado como periodista en televisión y fue la primera mujer directora de la revista “Interviu”, ha explicado que en las tres novelas que ha escrito “La memoria del agua”, “Que el tiempo nos encuentre” y “Mientras llueva” ha utilizado algún acontecimiento real como punto de partida.

Se ha manifestado convencida de que el periodismo y la literatura “no están tan alejados como se cree” y ha afirmado que necesita “un anclaje real para ponerse a escribir”.

Ha narrado que su segunda novela, “Que el tiempo nos encuentre”, ha sido la consecuencia de una “obsesión brutal” con el director de cine Miguel Morayta, que a la edad de 103 años vivía en México y del que quería hacer un documental sobre su vida.

La periodista se trasladó a la capital azteca, investigó la vida del cineasta, pero fue recibida con cajas destempladas cuando quiso entrevistarle, lo que le provocó una gran “desilusión”, aunque cuando estaba a punto de regresar a España decidió convertir la “biografía” en una novela.

Viejo ha dicho que estaba “obsesionada” con Morayta, le buscó como si fuera el amor de su vida, y que lloró cuando el anciano director, que vivía rodeado por carteles de películas de los años cuarenta del siglo pasado, ni siguiera le abrió la puerta de su casa y la echó a gritos desde dentro.

Por último, ha asegurado que esta novela “es la más mexicana” de su obra, porque ha reproducido expresiones típicas, y que ha sido “escéptica” cuando escribía “Mientras llueva”, la última que ha publicado.