Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Thomas Lilti, médico y cineasta, repite éxito con “Un doctor en la campiña”

Thomas Lilti, médico y cineasta, repite éxito con "Un doctor en la campiña"

EFE

Madrid —

0

El médico y cineasta francés Thomas Lilti vuelve a explorar el mundo que mejor conoce en “Un doctor en la campiña”, un filme protagonizado por François Cluzet (“Intocable”) que pone el foco en el ejercicio de la medicina en el medio rural y que ha conquistado a 1,6 millones de espectadores en Francia.

La película, que llegará este viernes a las pantallas españolas, ha superado en el país vecino el inesperado éxito del anterior trabajo de Lilti, “Hipócrates”, que se centraba en los comienzos de la carrera de un joven médico en un hospital.

“Hablar de cosas cercanas tiene la ventaja de que sé por qué lo hago. Tanto 'Hipócrates' como 'Un doctor en la campiña' han sido películas necesarias para mi. Y creo que eso es lo que explica su éxito, la gente detecta y comparte esa necesidad”, ha señalado hoy Lilti a Efe.

La “necesidad” en este caso era mostrar los problemas que conlleva ser médico de familia rural, una experiencia que Lilti ha vivido en primera persona, haciendo sustituciones.

“Hay un problema de desertización. Los médicos no quieren ir a trabajar a los pueblos, porque es difícil que tu pareja encuentre trabajo o que tengas colegio para los niños. No es sólo un problema de médicos. No hay tiendas, no hay escuelas. Toda una parte de la población está aislada y sin acceso a servicios básicos”, denuncia.

Otro conflicto que se plantea es el del derecho a morir en casa.

“En Francia el 80 % de las personas mueren en el hospital, pero si preguntas, todo el mundo te dirá que prefiere morir de viejo en su casa. Nadie quiere morir en el hospital, es el peor lugar. Ya solo por eso quería hacer esta película y mostrar que quizá haya soluciones”, relata.

A pesar de esta mirada crítica, Lilti subraya que su primera motivación es entretener al público, ya sea a través de la emoción, la risa o el aprendizaje.

“Nunca escribo impulsado por un espíritu de denuncia sino de entretenimiento. Lo que pasa es que eso no me basta, y necesito anclar las historias en nuestro mundo actual, en este caso la medicina”, señala.

“A partir del momento en que hablas del mundo, muestras un punto de vista, y el mío es crítico con cosas que creo que no funcionan”, precisa.

Además de esa capa social, “Un doctor en la campiña” retrata la personalidad de un médico maduro, con dificultades para afrontar su propia enfermedad y para aceptar la ayuda de una colega de profesión con menos experiencia (Marianne Denicourt).

“Me interesaba hablar de la empatía y el altruismo que puede tener un médico con sus pacientes, a la vez que es incapaz de ocuparse de sí mismo y de sus seres más cercanos”, afirma.

Un enfoque que le ha reportado satisfacciones, pues recientemente recibió una carta de una joven que le daba las gracias porque la película le había ayudado a entender cosas de su padre, médico de profesión.

“Estaba enfadada desde hace años con él porque nunca se había ocupado de ella, y ella nunca lo entendió, hasta que vio la película. Es violento para las familias tener un padre o una madre que dan tanto a los pacientes y tan poco a su familia”, admite.

Aunque de manera colateral y menos explícita que en “Hipócrates”, en “Un doctor en la campiña” habla también de la dificultad de lidiar con el error en su otra profesión.

“En medicina la frontera entre el error y el acierto puede ser muy vaga”, sostiene. “Es lo que la hace tan apasionante, y al mismo tiempo dolorosa y difícil. Por eso es importante no estar solo, poder compartir dudas, errores y decisiones con otros colegas”.

Aunque desde hace dos años y medio no ejerce, Lilti no ha renunciado a volver a la medicina. “La echo de menos”, confiesa.

Eso sí, de momento el cine le ocupa todo su tiempo. Está escribiendo una serie televisiva, adaptación de “Hipócrates”, y un guion para un próximo largometraje “indirectamente relacionado” con la medicina.

Por Magdalena Tsanis

Etiquetas
stats