Los Vivancos vuelven a conectarse con Quito en su gira “Nacidos para bailar”

El grupo artístico español Los Vivancos vuelve a conectarse con la capital ecuatoriana, Quito, con su último espectáculo de fusión de baile, mucho riesgo y hasta momentos de humor, que forma parte de su gira mundial “Nacidos para bailar”.

Los hermanos Elías, Judah, Josua, Cristo, Israel y Aarón Vivancos se presentarán esta noche en el Teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en la que mostrarán su apego por esta tierra andina.

Esta es la tercera ocasión en la que se presentarán en Ecuador, una tierra en la que, según Elías, el grupo ha “sentido una conexión muy buena”.

Y esa relación incluso les llevó a donar la taquilla de una de sus grandes presentaciones en Madrid para apoyar a los ecuatorianos que resultaron afectados por un potente terremoto en abril del año pasado. Esa fue “una oportunidad para poder devolver un poquito” del cariño que los ecuatorianos “nos habéis dado”, señaló Elías en entrevista con Efe.

Ahora, los hermanos llevan a la capital ecuatoriana su tercera gran producción, con la que dicen: “Completamos una era, en la que se presenta una cosa tan íntima como nuestras vidas”.

Es una obra en la que verdaderamente se corren “riesgos enormes” en la ejecución coreográfica, que combina “una raíz de flamenco, de ballet clásico de una orquesta sinfónica, con la actualidad, el rock”, agregó Elías.

Asimismo dijo que se utiliza una “tecnología muy innovadora a nivel del vestuario” y por ello constituye “una obra emocionante en muchos sentidos”, conjugando un “espectáculo para todos: niños, jóvenes, adultos, mujeres, hombres... Para todos”.

“El mensaje principal es que los sueños se hacen realidad, que nada es imposible”, apuntó Judah al destacar que el espectáculo se caracteriza por su “muchísima energía que realmente motiva” al público.

Y es que “Nacidos para bailar” requiere de “mucha precisión, tiene momentos peligrosos. Si pisas un centímetro fuera de lugar, puedes sufrir un accidente”, comentó Elías al señalar que la coreografía “combina momentos rápidos, con momentos más lentos, más melancólicos, aunque también tiene momentos de humor”.

Israel reconoce que el espectáculo supone “un poco de sacrificio”, sobre todo en los momentos de gira, porque significa “no dormir” bien y “estar viajando siempre”, aunque al final brinda la “recompensa de bailar”.

También es difícil, según Josua, el hecho de estar lejos de la familia, que esperaría giras no tan lejanas, aunque el espectáculo, remarca, no podría darse sin el gran apoyo de padres y esposas.

“De hecho estamos aquí por ellos”, señala, por sus padres, de quienes heredaron la fascinación por el baile, por el arte.

Después de Quito, señala Cristo, el grupo regresará a Europa, donde tiene prevista una visita a Italia, para luego volver a saltar el océano hasta Estados Unidos y presentar su espectáculo por un mes, incluyendo presentaciones en Las Vegas.

España, Israel, Turquía, Chile también están en la ruta de la gira de “Nacidos para bailar”, un espectáculo que para Judah es “grandilocuente”, con una “escenografía muy impactante, muy visual y entretenida”.