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“Volveré y seré performers”, la oportunidad de estar en la piel de Eva Perón

"Volveré y seré performers", la oportunidad de estar en la piel de Eva Perón

EFE

Buenos Aires —

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“Evita con Perón” fue el grito popular que se escuchó, nuevamente, desde el balcón de la Casa Rosada, pero el sonido no llegaba desde la Plaza de Mayo: fueron los altavoces que plantó allí el artista uruguayo Martín Sastre para que unas 300 personas se metiesen por un minuto en la piel de Eva Perón.

Aunque nadie podrá saber qué sintió “Evita” el 1 de mayo de 1952 al dar su último discurso ante una Plaza de Mayo colmada, la propuesta que Sastre pensó para la Bienal de Performance de Argentina permitió, 63 años después, acercarse un poco a esa experiencia.

“Volveré y seré performance” brindó a los curiosos, durante cuatro horas, la oportunidad de pararse frente a tres micrófonos en el balcón y estremecerse al escuchar el abrumador clamor de los “descamisados” que salía por los altavoces.

“El balcón de Evita es un poco como el 'sanctasanctorum' de la Argentina. Es como hacer una performance en el corazón del país”, explicó Sastre, en diálogo con Efe.

Para el artista, poner el cuerpo nuevamente en ese lugar emblemático de la Casa de Gobierno argentina “es un poco prestarle el cuerpo” a la propia Evita “para que ella se pueda reencarnar un poquito”.

Sastre consideró que la “líder espiritual” argentina “estaría contenta de que, justamente, el balcón se abra al pueblo”.

“Volveré y seré performer” permitió así “poner al pueblo en el lugar del poder, en ese lugar que está solamente reservado para los líderes y que tengan la experiencia, por lo menos, de un minuto de ser Eva Perón”, aseguró el artista.

En el balcón, las reacciones oscilaron entre las miradas perdidas a lo lejos, las lágrimas de emoción o los saludos dirigidos a una Plaza de Mayo donde, en el festivo del Día del Trabajo, solo transitaban algunos turistas y se reunían los que esperaban para entrar en la Casa de Gobierno.

Fue un momento “muy fuerte” desde el momento en que accedió a la Casa Rosada, describió a Efe “Peter Pank”, uno de los 300 interesados que participaron de la acción artística.

Pank también aprovechó su momento en el balcón para cantar “No llores por mí, Argentina”, la famosa canción del musical de Andrew Lloyd Webber basado en la vida y la muerte de la segunda esposa del expresidente argentino, Juan Domingo Perón.

“Uno ha crecido con esas imágenes y poder vivirlo fue muy fuerte”, agregó Pank.

María Paula Doberti, una de las primeras en salir al balcón, se acercó porque sigue la obra de Sastre, pero además, la atrajo la figura de Evita y le pareció que estar ahí un 1 de mayo era “particularmente muy significativo”.

“Es muy emocionante entrar y escuchar las palabras de Perón y Evita. Después, entrar al balcón y ver toda la plaza desde ahí me transportó a lo que hubiese sentido Evita con el pueblo y me agarró muchísima emoción”, describió.

Para Laura Lina, lo más “atractivo” fue “contemplar desde el punto de vista de Eva” lo que sucedía en la Plaza de Mayo y celebró, también, la coincidencia con el 1 de mayo.

“Cuando uno está abajo y ve a los que van saliendo, proyecta determinadas cuestiones, pero cuando va subiendo hay algo de lo emocional que te toma, por el espacio, por cómo está puesto el sonido”, confesó.

Paralizada en el balcón, Lina reconoció que, en el instante en el que uno se intenta imaginar la plaza llena de gente, se da cuenta de “lo imposible que es proyectar” lo que Evita habrá sentido ese día.

Enferma de cáncer de útero, María Eva Duarte de Perón habló el Día del Trabajador de 1952 ante una multitud que, tal vez, no sabía que presenciaba su último discurso. Quizás ella tampoco lo sabía: murió, a los 33 años, el 26 de julio siguiente.

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