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El “escritor de canciones” Ricardo Vicente se destapa con su segundo disco

El "escritor de canciones" Ricardo Vicente se destapa con su segundo disco

EFE

Madrid —

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Sería paradójico, pero bastante probable, que “Hotel Florida”, un disco que entre otras cosas habla sobre la verdad como algo “irreproducible” y sobre “soledades buscadas”, saque del relativo anonimato a un veterano de la música española como es Ricardo Vicente, ante todo, “un escritor de canciones”.

“Soy una persona muy hermética, así que el concepto de 'tapado' encaja perfectamente con mi personalidad, aunque creo que este disco va a dar un giro en ese sentido”, reconoce el músico durante una charla con Efe a propósito de la publicación de su segundo álbum en solitario, tras pasar por bandas como Tachenko y La Costa Brava.

Criado en una base militar en Zaragoza, Vicente, filósofo de formación, abunda en este álbum conceptual en su obsesión por los conflictos, especialmente por el de Ruanda, el primero que vivió con madurez, antes de meterse él mismo en plena guerra de los Balcanes para tratar de contar lo que allí sucedía.

“Soy pesimista sobre la naturaleza humana. Lo cíclico de los conflictos es casi deprimente”, apunta.

En su nuevo álbum, establece un paralelismo entre el célebre Hotel Ruanda que inspiró una película y el desaparecido Hotel Florida, sito en el espacio de la plaza del Callao de Madrid que hoy ocupan unos conocidos grandes almacenes y que durante la Guerra Civil fue residencia de Ernest Hemingway o Robert Cappa.

“El genocidio ruandés fue brutal y me impactó muchísimo, de qué manera 3.000 cascos azules tenían simplemente que ver cómo pasaban a machete a 800.000 personas por culpa de un Black Hawk derribado que llevó a la comunidad internacional a no actuar”, lamenta.

A lo largo de las nueve canciones, Vicente nos presenta la historia de “un escritor irrealizado que opina que la manera más honesta de hacer algo es mirar de frente a la guerra, incurriendo en esa trampa que nos hace pensar que lo que escriba será muy bueno, si la realidad a la que alude también lo es”.

“Va sobre dejarse embaucar por esa idea de que vas a escribir sobre la verdad, lo que puede resultar frustrante, porque la verdad es irreproducible”, opina Vicente.

Las habitaciones de ese hotel propician además que este sea “un disco de soledades buscadas, que es distinto de soledades encontradas”.

Sus estructuras musicales delatan su pasión por el ensayo y por autores eminentemente narrativos como Bob Dylan. “No quiero hacer ese tipo de estructuras de pop fresco, no porque no me gusten, sino porque no encajan con mi retórica”, reconoce.

Aunque las melodías y estructuras se adaptan a los versos, y no al revés, Vicente aporta toques musicales ambiciosos, como esa guitarra “glam” de “Llamada de despedida a un dealer” o el arranque protagonizado por la batería en “Muriendo de frío”

“Hacía años que quería empezar una canción así. El disco entero está pensado como una obra completa y quería romper la atmósfera de pajaritos del primer corte, 'Belleza y miedo'”, explica.

En ese corte inicial, que establece un vértice de simetría con el cierre de “Belleza y tiempo”, participa la cantante Zahara, una de las tres colaboradoras femeninas del álbum, trenzando una de las piezas más bellas y emotivas de este año.

“Ellas aportan la frescura. Las colaboraciones me interesan si aportan algo que tú no puedes hacer. A nivel emocional, ha sido genial”, subraya.

“Hotel Florida” (Cydonia) constituye su segundo disco en solitario y llega tras experiencias a varias manos como “El Problema De Los Tres Cuerpos”, junto a Francisco Nixon y The New Raemon.

“Me considero primero un escritor de canciones. No me podría dedicar solamente a cantar un repertorio, necesito que las cosas sean mías”, afirma.

Llega también detrás de su libro “Qué haces tan lejos de casa”, en el que se propuso cerrar algunos capítulos de su vida, como el fallecimiento por un repentino fallo cardíaco de su compañero en La Costa Brava, Sergio Algora.

“Hay cosas de las que no renuncio a librarme, pero los viejos tabús de mi vida no voy a cambiarlos, como la idea de responsabilidad, de culpabilidad y de disfrutar con las cosas que hago”, cuenta Vicente, que presentará el disco el 20 de noviembre en el Festival Zaragoza Latina.

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