La escritora Vanessa Montfort cree que hay “una nueva revolución femenina”

La escritora Vanessa Montfort considera que la sociedad pasa por una nueva revolución femenina, que no feminista, una sensación que transmite en su nueva novela “Mujeres que compran flores” en la que un grupo de mujeres intenta “dar un paso más” en el uso de las libertades prometidas desde hace años.

Una floristería en el centro de Madrid, un auténtico “oasis” en la ciudad, es donde coinciden las protagonistas de esta novela editada por Plaza y Janés y en la que, a través de la metáfora de las flores, Montfort (Barcelona, 1975)retrata un catálogo de prototipos femeninos a través de diversos “síndromes”.

“Nunca había escrito una historia de mujeres y quería hacerlo, pero no desde el dramatismo” asegura la autora en una entrevista con Efe, para reflejar cómo, después de que en los años 60 del pasado siglo se ganaran los derechos sobre el papel, es ahora cuando se ponen en práctica “y la sociedad no está preparada”.

“Somos como un software revolucionario en un ordenador viejo que se cortocircuita una y otra vez”, sostiene Montfort, que reivindica el derecho de las mujeres a no sentirse culpables: “Hasta los superhéroes tienen su criptonita”.

Para este grupo de mujeres “El jardín del Ángel” se convierte en el lugar donde comparten sus miedos y sueños desde su diversidad: Marina, una reciente viuda que tiene el síndrome del copiloto al no saber cómo vivir sin su pareja o Casandra, con el síndrome de “superwoman”, que prioriza su trabajo.

Victoria o el síndrome de la Omnipresencia, que representa a las que creen que pueden con todo; Gala, la que no quiere envejecer y Aurora, con el síndrome de la Bella Sufriente, que cuanto más dolor más enamorada se siente, son las otras integrantes del grupo.

Es un relato “autocrítico” de tal forma que toda mujer puede sentirse reconocida en algún momento en estos personajes, indica.

“No nos han enseñado a parar y pensamos para nosotras mismas: tú puedes con eso y más, pero llega un momento que ves que la conciliación no debe ser solo para la familia, sino para tener tiempo para una misma”, indica la escritora.

Para Vanessa Montfort, “hemos sido educadas en la cultura del sacrificio y ahora nos damos cuenta de que tenemos derecho a no tomarnos la vida tan en serio”.

La floristería es para estas mujeres el lugar donde guarecerse y tener independencia porque “estamos acostumbradas a renunciar al tiempo y al espacio”.

Una floristería, llamado “El jardín del Ángel” que existe realmente en pleno centro de Madrid desde hace más de cien años, construida sobre el cementerio de la iglesia de San Sebastián y por la que ya se han pasado algunos lectores de la novela, comenta la autora.