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El espíritu más gamberro cierra el Low 2014

Un espíritu más gamberro cierra el Low 2014

EFE

Con un empate se ha resuelto el debate sobre la banda señera del Low Festival entre Vetusta Morla y Love of Lesbian, que han cerrado hoy el turno de grandes actuaciones de esta edición tras un concierto con un espíritu no menos gamberro de los británicos Kaiser Chiefs.

Tras su paso por aquí en 2013, el grupo catalán capitaneado por Santi Balmes era de nuevo uno de los grandes reclamos en este festival de fuerte raigambre nacional (a pesar del sustantivo incremento de bandas internacionales este año) y su nombre en la tercera y última jornada ha atraído a más de 23.000 personas.

Se trata de la misma cifra de asistentes del pasado viernes, cuando el quinto Low Festival abría sus puertas en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor con The Hives y Vetusta Morla, que al abrigo de este foro ha visto crecer su trascendencia con un buen puñado de conciertos, casi tantos como ediciones.

Han sido prácticamente tantas como las noches de gloria que ha vivido aquí Love of Lesbian, pero cabía la duda de cómo respondería el público en una edición en la que coincidieran los dos grupos que, con el permiso de Lori Meyers, concentran actualmente el mayor poder de convocatoria del panorama alternativo.

El lado oscuro de Love of Lesbian

A pesar de la cercanía de su anterior visita, Balmes y los demás no han errado el tiro y la pista del escenario principal se ha vuelto a llenar para saltar y dejarse arrastrar por la vorágine de esa fiesta de amigos en que suelen convertir sus conciertos, en los que lo lúdico es tanto o más importante que lo musical.

La excusa para repetir era un nuevo espectáculo en el que, tras la gira de su anterior álbum doble, La noche eterna. Lo días no vividos, recuperaban su lado más gamberro, procaz y guarrete -“¡Bienvenidos al mundo del vicio!”, gritaba el cantante al inicio-, aunque este aspecto no se haya ido nunca del todo y cueste bastante distinguir una propuesta de otra.

Sea como fuere, el secreto de Love of Lesbian no está en la variación ni en el vértigo, sino en ese espíritu de mancomunidad del desmadre que tan bien saben montar, estableciendo una clara sintonía con el público al ritmo de clásicos como Belice, Me amo (y su versión de Como yo te amo de Raphael), Si tú me dices Ben, yo digo Affleck, Fan de John Boy y Fantástico para terminar.

Un par de horas antes, el mismo tono de desparrame pero a lomos de rock galopante lo practicaban los británicos Kaiser Chiefs, la otra gran baza de la jornada ahora que el grupo de Ricky Wilson puede presumir de otro álbum que llegó al número 1 en ventas en su país, Educacion, Education, Education & War.

Canciones de este como Ruffians on parade, Coming home o Bows & Arrows han copado la primera parte, antes de asaltar en la segunda los grandes éxitos, esto es, Ruby, I predict a riot y The angry mob, componiendo un show muy animado.

En ello ha tenido mucho que ver un Wilson hiperactivo que se ha dejado la voz, la mitad del agua del cuerpo y por poco también la salud, después de que escalara por una de las plataformas de sonido a imagen y semejanza de esos compatriotas que practican el salto entre balcones durante sus vacaciones en España.

Cierre de altura

La jornada de cierre, que ha contado con otros conciertos importantes a cargo de los británicos Los Campesinos!, los granadinos Niños Mutantes y los valencianos La Habitación Roja, ha servido asimismo para confirmar la tremenda pujanza de Izal.

La banda del espigado vocalista y compositor Mikel Izal lleva un ascenso meteórico que, siguiendo un símil futbolístico, le ha llevado en solo dos años y con solo dos discos de tercera regional a primera división.

Su actuación de hoy al principio de la franja caliente (pasadas las nueve de la noche) y en el escenario principal ha sido de lo más coreado del festival y ha conseguido sacar a los “lowers” de sus cuartos tras tres días de más música que nunca (cerca de cien actuaciones) y, por ende, mucho cansancio acumulado.

El año que viene, si lo permiten las licencias y el registro de patentes, más.

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