Una exposición recorre los treinta años de historia de El Celler de Can Roca

La evolución del restaurante El Celler de Can Roca queda reflejada en una exposición en el Palau Robert de Barcelona, que ilustra el compromiso de su gastronomía con la tierra, la memoria y la innovación en sus treinta años de historia.

Recién llegado de Australia, el cocinero Joan Roca ha explicado que la exposición, que estará abierta al público hasta el próximo 23 de abril, es “una bonita forma de contar una historia que está basada en el compromiso, la ilusión, el trabajo, el romanticismo y el idealismo de los primeros años; y que refleja muy bien el camino, el proceso y la construcción del universo creativo propio”.

Según Joan Roca, “un restaurante es importante en la medida que cuenta sus historias, y eso en la exposición se hace a través de recursos audiovisuales, siempre sin dejar de tocar con los pies en el suelo y sin dejar de ir a comer cada día al restaurante de nuestros padres”.

Añade el chef de El Celler de Can Roca que “la exposición explica al visitante el mundo de la gastronomía actual y permitirá conocer qué pasa dentro de un restaurante de tres estrellas Michelin”.

El comisario de la muestra y director de la Fundación Alicia, Toni Massanés, ha explicado en la presentación que el título de la exposición, “De la Tierra a la Luna”, de resonancias juliovernianas, es una “reivindicación del oficio, la demostración de que se puede ser excelente a nivel internacional teniendo un oficio, sea cual sea”.

El itinerario comienza con un montaje fotográfico en la entrada del bar restaurante popular que abrieron sus padres con el nombre de Can Roca, donde vivieron los tres hermanos su infancia y adolescencia y donde ayudaban en la cocina, en el bar o haciendo encargos.

También ahí aprendieron a cocinar los platos más tradicionales que todavía les sirven de inspiración para, evolucionados, presentarlos como creaciones de vanguardia.

En las escaleras monumentales del Palau Robert, una instalación videográfica en una pantalla gigante resume los 31 hitos de El Celler de Can Roca y 31 platos destacados de cada año, desde el primero en 1986 hasta el último de 2016.

De la treintena de platos, Joan Roca escoge uno, “por motivos emocionales”, el cordero con pan con tomate: “Este plato se nos ocurrió unos años después de su muerte (en referencia a su abuela), porque era un plato que nos hacía muchas veces y nos trae a la memoria que siempre nos hacía jugar: era la que nos rociaba con sifón y harina”, explica.

Además de su reconocimiento como mejor restaurante del mundo en 2013 y 2015, El Celler ha ocupado cuatro veces el segundo lugar de la lista de los mejores restaurantes del mundo.

En el capítulo de galardones individuales, Joan Roca obtuvo el Chef's Choice Award 2016, mientras que Josep Roca fue reconocido como el mejor sumiller de 2005 por la Academia Internacional de Gastronomía, y Jordi Roca, el World's Best Pastry Chef Award en 2014 y el Prix au Chef Pâtissier de la Academia Internacional de Gastronomía en 2016.

La exposición también refleja la labor de La Masía (I+D), herramienta de gestión del conocimiento, de investigación e innovación, situado frente al restaurante.

Una simbólica luna da entrada a la exposición en la primera planta, donde se muestra la creación de El Celler como el resultado de un “caleidoscopio”, “con tres personalidades diferentes, que han dado como resultado 16 conceptos o líneas creativas”.

Por último, se hace mención al concepto de viaje como “aprendizaje y oportunidad de intercambio” a través de sus giras: la primera en 2014 visitando EE.UU., México, Colombia y Perú; la segunda en 2015, a Argentina, EE.UU. y Turquía; y este año, en Londres, Hong Kong, Phoenix (Arizona, EE.UU.), San Francisco y Santiago de Chile.

Una serie de pantallas en la parte final de la exposición con filmaciones de cámaras subjetivas o cenitales, así como unas gafas de realidad virtual permiten vivir la experiencia íntima de un servicio en el restaurante de los Roca desde el punto de vista de un comensal.

Una reflexión final ofrece el secreto del éxito de El Celler: “Nunca han dejado de tocar con los pies en el suelo, nunca se han movido del barrio obrero de las afueras de Girona donde nació el restaurante hace treinta años, y hoy siguen desayunando y comiendo en el restaurante-bar de sus padres con todos los integrantes del equipo”.