Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

El fotógrafo catalán Jordi Pizarro lleva la fe de “Los Creyentes” a la India

EFE

Nueva Delhi —

0

Peregrinaciones impulsadas por una fe inquebrantable son el “leitmotiv” del trabajo fotográfico “Los Creyentes”, del catalán Jordi Pizarro, un viaje religioso por Cuba, Polonia, Israel y la India, donde se expone en la actualidad.

“Es un proyecto antropológico que busca respuestas a algo que no entiendo: por qué la gente cree, por qué es necesaria la creencia en algo superior y por qué se ha usado la religión para explicar al ser humano”, asegura a Efe Pizarro (Barcelona, 1985) en Nueva Delhi.

La exposición en el Instituto Cervantes de la capital india, que fue inaugurada esta semana en un acto ambientado con incienso y velas y que permanecerá abierta hasta finales de abril, está formada por 29 fotografías y cuatro proyectores con 30 imágenes cada uno.

El viaje del joven catalán comienza en 2010 en Jerusalén, donde durante la Semana Santa ortodoxa retrató la peregrinación al Santo Sepulcro, lugar en el que, según la tradición, se produjo la crucifixión, enterramiento y resurrección de Cristo.

Las fotografías de piedad y éxtasis que tomó allí “son las más potentes del proyecto”, sentencia Pizarro, que recuerda lo difícil que fue hacerlas, “debido a las horas de espera y al caos que había en un espacio reducido donde se apelotonaban cientos de personas”.

Ese mismo año y en 2012 continuó su proyecto en Cuba, donde plasmó la peregrinación a un santuario al sur de La Habana donde se rinde culto a san Lárazo, una fusión del leproso resucitado por Jesús y el dios “yoruba” Babalú-Aye, de origen africano.

Las imágenes de Pizarro recogen la devoción de miles de devotos que acuden al lugar procedentes de todos los rincones de la isla y que avanzan de rodillas o mientras se flagelan, como modo de penitencia para rogar por la curación de sus enfermedades.

Es en lugares como ese donde el fotógrafo trata “de capturar el momento de la verdad, el momento de la fe absoluta que lleva a los individuos a soportar el sufrimiento físico, creyendo con total certeza en lo que no pueden ver”, afirma el barcelonés.

De formación “completamente autodidacta”, Pizarro, que trabaja en la actualidad para la agencia de fotografía Contrasto, explica que todo lo que sabe se lo debe a la “cultura visual” adquirida durante años con otros fotógrafos, en internet y en las bibliotecas.

También a su trabajo en el diario catalán ARA entre 2010 y 2012, donde recibió el apoyo de su “sensei” o maestro, Francesc Melción, jefe de fotografía que “valoraba lo que hacía” y le daba la oportunidad a menudo de escaparse para llevar a cabo sus proyectos.

En una de esas “escapadas” llegó a la India para cubrir en enero de 2013 el festival hindú Kumbh Mela, que se celebra cada doce años en la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna y que es, con unos 80 millones de peregrinos, la mayor aglomeración popular del mundo.

“Como experiencia -dice- fue la más impactante: por la cantidad de gente que había, por el mes que permanecí allí, por dormir en tiendas de campaña o por los 'sadhus' (santones desnudos y cubiertos de ceniza que dan gritos antes de lanzarse a las aguas sagradas)”.

Además allí, entre millones de peregrinos, conoció a la que es su máxima inspiración en fotografía, la manchega Cristina García Rodero, la única española en la mítica agencia Magnum y autora de una obra en la que ha plasmado los ritos religiosos de medio mundo.

El recorrido de Pizarro, todavía muy breve en comparación con la maestra Rodero, le llevó también en 2013 a Polonia, donde tomó las imágenes que cierran la exposición de Nueva Delhi: una peregrinación de cristianos ortodoxos a la montaña sagrada de Grabarka.

Hasta ese lugar ascienden en agosto miles de fieles cargados con cruces para celebrar la transfiguración de Cristo y rogar el fin de sus males, al igual que sucedió en el siglo XVIII, cuando según los creyentes las oraciones lograron extinguir una epidemia de cólera.

Pero a diferencia de la exposición, el peregrinaje de Pizarro no finaliza en tierras polacas, pues “es un proyecto a largo plazo” y a un viaje reciente a Malasia se unirán pronto Haití, Venezuela, Iraq y Líbano, con el ansia, asegura, de “captar la espiritualidad humana”.

Etiquetas
stats