El “kamikaze” de los Santos hace en Madrid “teología de la Cultura”

Su nombramiento como director general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid provocó un incendio en las redes sociales con descalificaciones “que rayaban lo ilegal” pero el “kamikaze” Jaime de los Santos resistió aquella “amarga primera hora” y lleva 16 meses haciendo “teología de la cultura”.

Es licenciado en Historia del Arte y en 2012 entró a formar parte del Gabinete del Presidente del Gobierno como Consejero Técnico, tras realizar en Moncloa unos trabajos de reordenación de los depósitos del Museo Reina Sofía, según explica de los Santos (Madrid, 1978) en una entrevista con EFE.

“Después me contrataron para dar salida a distintas necesidades de protocolo durante tres años y medio, y lo digo con orgullo. He aprendido infinito”, explica sobre su trabajo allí.

Por eso, revela, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid le nombró y llovieron las críticas por “sospecha de trato de favor” al “asistente cañón” -como le calificaba una revista-, lo pasó mal “la primera hora”, sobre todo por Cristina Cifuentes.

“La decisión de nombrarme no tuvo nada que ver con lo que había hecho hasta ese momento”, recalca de los Santos, que se describe como “un kamikaze” con “un nivel de autoexigencia brutal”.

Además, precisa sobre los comentarios que se hicieron en su día, no ha sido “estilista” en su vida aunque colaboró durante un tiempo en el programa de Ana Rosa Quintana comentando la actualidad.

De la experiencia, dice, ha aprendido “a tener otros ojos, a relativizar” y también ha descubierto que “todo aquello” no le importaba a nadie más que a él: “Cristina me dijo que era idiota”, resume.

Con Cifuentes, afirma, está “en sintonía absoluta” y comparte sus tesis porque es, como él, “una absoluta creyente” de la “teología de la cultura” que defienden, “esa que reproduce realidades abstractas” en tan distintas manifestaciones.

Su trabajo depende de la Oficina de Cultura y Turismo, que dirige Anunciada Fernández de Córdova, y de él los Teatros del Canal, la Fundación Canal-Canal de Isabel II, la Sala Alcalá 31, el centro Cultural Paco Rabal y el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, entre otros equipamientos culturales.

Su “gran sueño” esta legislatura es crear un centro de residencia para artistas nacionales e internacionales: “un lugar en el que puedan estar unos meses, al estilo de lo que se hace en Berlín o la Academia de España en Roma. Que presenten proyecto y que solo se les exija que su reflexión artística tenga que ver con Madrid”.

Sobre el nombramiento de Álex Rigola para dirigir, junto a Natalia Álvarez Simó, los Teatros del Canal y sustituir así a Albert Boadella precisa que no hubo concurso y sí “una lista corta” de “quiénes serían los candidatos perfectos”.

Rigola -ex del Lliure y de la Biennale de Teatro de Venecia- acabó aceptando, subraya, porque “se sintió muy querido”.

En cuanto a Álvarez, que “por medio punto” no había ganado el concurso para dirigir el Festival de Otoño, asegura que es “una gestora impresionante y se complementa muy bien con Rigola”, además de que entiende “perfectamente”, como ex bailarina, el propósito de recuperar en los Teatros del Canal “el alma del teatro Albéniz” en lo que se refiere a la danza.

“Los concursos no son infalibles. Tenían sentido cuando se querían paliar cosas que nada tenían que ver con lo artístico. Este, en cualquier caso, ha sido impecable e intachable”, argumenta.

Para el Festival de Otoño, recuerda, se presentaron solo cuatro personas y a quienes él llamó, y cita Juan Mayorga, Carlota Ferrer, Aída Gómez o Susi Sánchez, le dijeron que no porque “los grandes nombres no se presentan a concursos”.

Si de él hubiera dependido, remacha, Nacho Duato habría seguido siendo director de la Compañía Nacional de Danza (CND): “hay que atraer a los españoles y Duato es imprescindible aunque la CAM no tiene espacio que ofrecerle”.

Otro de sus propósitos ha sido, y lo ha logrado, es que la moda, “una disciplina artística de primera línea”, dependa de Cultura y así ya en septiembre se organizó una exposición dedicada a Jesús del Pozo y su idea es que cada año se monte una gran muestra dedicada a un diseñador.

El reciente relevo en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid -Charo Izquierdo sustituye a Cuca Solana tras 31 años al frente- era, subraya, “esperado por el sector” y se le va a dar a ese certamen “un perfil más cultural, que seduzca a los medios, nacionales e internacionales, y que los ciudadanos se sientan más cerca”.

También se propone hacer que el centro de arte K2M-Móstoles, “el museo de arte contemporáneo más contemporánea que hay y que empieza donde acaba el Reina Sofía, sea tan conocido dentro de la comunidad como ya lo es fuera”.