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Por qué La Noche de Los Libros no cuaja en Madrid

La Noche de los Libros 2015

Paula Corroto

La Noche de los Libros se celebra en la Comunidad de Madrid desde hace diez años impulsada en parte por la propia Comunidad y quien fuera consejero de Cultura entonces, Santiago Fisas. La idea era conseguir que ese día, que hasta la fecha había sido un día normal para las librerías madrileñas, aumentaran las ventas. Sin embargo, pese a los esfuerzos y las actividades, la “Noche” no ha acabado de cuajar. Según los datos que maneja el gremio de Libreros (CEGAL), en este último 23 de abril estas ventas han supuesto entre un 5% y un 8% más para las librerías que cualquier día, “y ahí se ha estabilizado”, según fuentes del gremio. Lo cual “no está mal”, pero tampoco supone un fuerte aldabonazo.

Esta noche, por otra parte, está organizada por la Comunidad, que este año ha destinado 233.000 euros –en 2012 fueron 295.000 y desde entonces ha ido en picado- pero, como señalan desde CEGAL, pese a las 600 actividades organizadas, no ha habido ninguna coordinación con los libreros. “Cuando Fisas se fue a Europa [fue elegido eurodiputado en 2009], Cultura pasó a Ignacio González y ahora lo lleva Ana Isabel Mariño, aunque se desentendió bastante del tema y quien se ha encargado es Isabel Rosell [actual directora general de Bellas Artes, del Libro y de Archivos] a través de la empresa Magma Cultura”, señalan desde CEGAL, “con quienes nos consta que no han funcionado bien las cosas”, añaden.

Los esfuerzos, por tanto, han venido por parte de los propios libreros, encargados de sacar sus libros a las calles y poner en marcha las actividades. Y son ellos, según admite CEGAL, y algunos consultados directamente por eldiario.es, los que se han encontrados con obstáculos –tanto estructurales como coyunturales- que indican por qué La Noche de Los Libros de Madrid no funciona como Sant Jordi en Barcelona, donde este año se facturó un 6% más que en 2014. Son cifras totales que suponen 20,35 millones de euros.

1- No debería ser La Noche de Los Libros sino El Día del Libro: Cuando se creó el evento de La Noche de los Libros estaban boyantes ideas como La Noche en Blanco, ampliamente financiadas por las instituciones públicas. El concepto, en cuanto a los libros, es que fuera una noche de lecturas y presentaciones, con conciertos y demás actividades ligadas a la fiesta. Pero esa idea se fue diluyendo y hoy las librerías cierran en torno a las diez, once de la noche. Por tal motivo, como señalan desde librerías como Burma, en el barrio de Lavapiés, “habría que cambiar el concepto, porque no vamos a estar aquí toda la noche. Lo de las Noche queda muy bien, pero no es la idea de que las librerías estén abiertas por la noche. Nosotros estamos todo el día abiertos”.

Es la misma opinión que refrendan en Cervantes y Cia, en Malasaña: “Lo de La Noche es muy equívoco. La gente piensa que es toda la noche, y claro, hay gente que llega cuando ya tienes que cerrar”. Y tampoco esperen los lectores que hay otro tipo de actividades ligadas a la música porque nos las van a encontrar.

2- Los libros no salen a la calle: Mientras que en Barcelona es habitual ver las calles llenas de libros, en Madrid, a excepción de las grandes cadenas como La Casa del Libro, Fnac, El Corte Inglés o Vips, las librerías no sacan sus libros a la calle. No es una ciudad que, de repente, ese día se llena de libros. Estos siguen estando en las estanterías de las librerías. “No, en Madrid no se valora tantísimo la salida a la calle. Lo que tiene éxito es lo que se organiza en las librerías. De hecho, en Lavapiés nadie salió porque muchos fueron a la actividad que se había organizado en el Reina Sofía”, sostiene Pilar Gallego, presidenta de CEGAL.

3- No hay autores “estrella”: La condensación de los grandes bestsellers extranjeros –y nacionales- se concentra en Barcelona. En realidad, la industria editorial está en esta ciudad y es allí donde se vuelcan. De hecho, este año anduvieron por sus calles autores como John Banville, James Ellroy, Philip Kerr, David Foenkinos, Petros Markaris, Federico Moccia o Jo Nesbo, además de los españoles Enrique Vila- Matas, Javier Sierra, Almudena Grandes, Dolores Redondo, Javier Marías o Javier Cercas.

En Madrid se contó con la presencia de Hanif Kureishi, Amy Tan y poco más. Como sostiene, Antonio Méndez, de la librería Méndez, “aquí no no llegaremos nunca a Sant Jordi porque allí se vuelca la ciudad y las editoriales, y los grandes autores están allí. Aquí, por cada uno interesante, hay cien interesantes allí”.

4- Tradición y burguesía: Sant Jordi es una fiesta religiosa amparada por la tradición. Es un día de ambiente festivo en Barcelona en el que es costumbre regalar libros y rosas. En Madrid, donde es un día laborable, nunca ha existido esa tradición que en Barcelona, en parte, está marcada por la burguesía catalana, aunque ahora ya se haya popularizado a todas las clases sociales. Y eso pesa. Por tal motivo, como indican desde Tipos Infames, “igual no hay que hacer tal comparación. Allí es tradición, y aquí es otro rollo. Lo suyo es de toda la vida y nosotros llevamos poco tiempo haciéndolo, además, las apuestas fuertes son allí”. Otro dato a tener en cuenta es la apuesta por el libro en catalán, ya que este es el día que más libros se venden en este idioma de todo el año, y de hecho, este último año ha supuesto el 53,5% de las ventas totales.

5- Faltan actividades para festejar: Al hilo de la tradición, Barcelona y toda Cataluña se vuelca con Sant Jordi. Las instituciones hacen jornadas de puertas abiertas, la Sagrada Familia se abre para visitas nocturnas. Madrid apenas cambia con respecto a un día cualquiera, también porque la apuesta por parte de la institución organizadora, la Comunidad de Madrid, cada año ha ido a menos. Si bien, hubo ocasiones en los que llegó a haber lecturas y hasta un concierto de Patti Smith, este tipo de actividades ahora ni se encuentra. El presupuesto destinado cada vez es menor también, y como admiten desde CEGAL, “La Noche los Libros tiene fama, sí, pero hay zonas de Madrid donde no funciona, porque no hay ambiente de barrio”.

Por tanto, ante esta tesitura, aunque los libreros madrileños insisten en que La Noche es “mejor día para ventas que cualquier otro” el debate está abierto: ¿no habría que cambiarla de arriba abajo?

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