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La mallorquina Marga Melià debuta con la comedia “Bittersweet days”

La mallorquina Marga Melià debuta con la comedia "Bittersweet days"

EFE

Barcelona —

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La cineasta mallorquina Marga Melià debuta en el largometraje con la película “Bittersweet days”, una comedia que tiene como referentes el cine clásico italiano y el primer Woody Allen, y en la que quería “reflejar el momento de crisis de identidad” de los dos personajes protagonistas.

La película empieza cuando Julia, que está viviendo en el barrio barcelonés de Gràcia con su pareja de toda la vida y con la que tiene una vida estable y tranquila, ve como su mundo cambia pues su novio Marcos se tiene que trasladar a Londres por motivos de trabajo.

Ambos deciden que tienen que alquilar una habitación para tener ingresos y pagar la hipoteca, pero entonces aparece el segundo protagonista, Luuk, un fotógrafo holandés, muy extrovertido con una concepción de la vida muy diferente.

“El encuentro entre los dos les lleva a plantearse si están llevando la vida que desean o si simplemente se han dejado arrastrar por las circunstancias”, ha explicado hoy la directora en una entrevista a Efe.

Melià ha asegurado que este largometraje “no es autobiográfico en sentido estricto”, si bien admite que hay muchas cosas de ella, de sus amigos y de la gente de su generación, de historias que le han contado y anécdotas que ha vivido.

Señala que no ha sido fácil el camino hasta el estreno en las salas comerciales españolas de “Bittersweet days”, previsto para el próximo viernes 2 de junio: “Han sido cuatro años desde que concebí la idea inicial” y finalmente consiguió tirar adelante el proyecto con una productora independiente pequeña, Nuu Films junto con la televisión balear IB3.

Federico Fellini, Woody Allen y, sobre todo, “El guardián entre el centeno” de Salinger son referentes explícitos en la película: “Como siempre pongo de mí en las cosas que cuento, para mí resultaba muy importante mostrar esos referentes, que son también los que nos definen como personas”.

En el rodaje, Melià buscó “la naturalidad de las interpretaciones, porque quería que los personajes fueran creíbles y naturales”, y eso justifica que en muchos momentos de la película se produzcan dramáticos silencios, porque “en la vida no siempre pronunciamos frases solemnes, sino que a veces nos tomamos tiempo para pensar o digerir algo que esté sucediendo”.

Para subrayar esa naturalidad, la directora reconoce que “hay mucha parte de los diálogos que son improvisados”.

El amor a distancia es uno de los temas que aborda Melià en la historia de “Bittersweet days”: “Es un tema a la orden del día, pues con la movilidad en el trabajo que hay hoy, muchas parejas se ven obligadas a separarse durante un tiempo. Hace dos décadas, seguramente si uno de los dos se hubiera tenido que marchar por trabajo, el otro le habría acompañado”.

Al margen de unas pocas escenas rodadas en Mallorca, Barcelona se convierte en otro protagonista de la película, como su admirado Woody Allen hizo con la malograda “Vicky Cristina Barcelona”.

Sin embargo, Melià quería mostrar Barcelona desde dos puntos de vista diferentes: “Julia, que lleva 14 años viviendo en la ciudad, tiene sus rincones especiales, se ha hecho la ciudad suya, pero no la ve igual que alguien que hubiera nacido aquí; y Luuk, que acaba de aterrizar en la ciudad, tiene una visión muy distinta de Barcelona”.

En esta visión combinada de Barcelona confluye la propia de la cineasta, que vivió diez años en el barrio de Gràcia antes de volver a su Palma de Mallorca natal. “Es una ciudad muy importante en mi vida, en la que he vivido cosas que me han marcado y sin las cuales no habría hecho esta película”, ha confesado.

Marga Melià aborda de manera tangencial y en un tono irónico la visión que muchos tienen del arte contemporáneo en una escena en la que los dos protagonistas visitan una exposición en una galería con obras pintadas con sangre menstrual.

“Fue una escena muy divertida de rodar. Me gusta el arte, pero a veces voy a ver algunas exposiciones en las que te acabas preguntando si te están tomando el pelo. Para no ofender a nadie, hicimos nosotros las obras de esa exposición de ficción y, para sorpresa nuestra, mientras rodábamos, no faltó gente que quería verla”, ha bromeado Melià.

Directora y guionista del cortometraje “El síndrome del calcetín desparejado” y del documental “Un solitario baile con el miedo”, Melià ya ha empezado a preparar el que será su segundo largometraje, que todavía se encuentra en fase inicial.

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