Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Los monstruos y fantasmas del folclore asiático, según un artista autista

Los monstruos y fantasmas del folclore asiático, según un artista autista

EFE

Bangkok —

0

Muertos vivientes malayos, el monstruo equino de Filipinas o demonios infantiles singapureses son algunas de las criaturas de terror retratadas por Kirtanraw Subramanian, un artista malasio con síndrome de Asperguer.

Kirtanraw, de 21 años, tiene los síntomas propios de las personas con Asperguer, un tipo severo de autismo, como limitaciones para comunicarse, escribir, contar dinero o tics nerviosos, pero ha demostrado un talento especial para la pintura.

“Desde una edad temprana, a los 6 años, sostenía los lápices y le encantaba dibujar”, explica a Efe su padre, Subramanian Bandiloo, en una entrevista por correo electrónico.

Cuando cumplió 16 años, Kirtanraw empezó ya a pintar cuadros y hasta ha expuesto su obra en varias muestras.

La revista de la aerolínea de bajo coste malasia AirAsia, “Travel 3 Sixty”, mostró interés por su obra y le encargó una serie dedicada a los personajes más siniestros del folclore asiático para su número del pasado octubre.

En una de las pinturas, un “tikbalang”, un ser equino con torso humano, esboza lo que parece una sonrisa siniestra bajo la luz de la luna llena y un cielo nocturno con tonos azulados.

Según el folclore filipino, quienes se encuentran con esta criatura en el bosque deben pedir permiso para no ser devorados.

Otro de los protagonistas de la serie es el “toyol”, un poderoso niño-demonio de piel verdosa que en Singapur y otros países del Sudeste Asiático son invocados por chamanes en rituales de magia negra.

En ocasiones, los chamanes utilizan fetos humanos fallecidos que convierten en grotescos amuletos, identificados con este demonio infantil.

Bajo un abrumador paisaje de nubes y montañas imponentes, acecha un “nue”, un animal mitológico japonés con rostro de mono, cuerpo de mapache, piernas de tigre y cola de serpiente, en otro de los cuadros de Kirtanraw.

Conocido como la “quimera japonesa”, esta criatura trae mala suerte y enfermedades, según el “Cantar de Heike”, un poema épico clásico de la literatura japonesa.

Kirtanraw representa a los “jiangshi”, unos vampiros-zombis de origen chino, como seres hieráticos vestidos con trajes tradicionales y los brazos extendidos.

De acuerdo con el folclore chino, estos seres son muertos vivientes que extraen el “qi”, la fuerza vital de sus víctimas.

En otras pinturas, Kumiho es un zorro mitológico coreano de nueve colas que vive mil años y se transforma en una bella damisela que seduce a los hombres para comerles el corazón, mientras que el birmano “taw belu” es una especie de ogro con colmillos protuberantes de jabalí.

La indonesia “kuntilanak” -también retratada- es el espectro de una mujer embarazada fallecida que atormenta a los hombres.

Subramanian afirma que su hijo se comunica verbalmente con dificultad, pero no puede escribir, y empezó a pintar cuadros hacia 2010.

“Está muy dedicado en su carrera (de artista). Disfruta mucho cuando pinta y necesita mucha paciencia para completar los cuadros”, asevera el progenitor, que reside con su mujer, Kirtanraw y otras dos hijas en la provincia de Kedah, en el noroeste malasio.

Empezó pintando sobre temáticas que le llamaban la atención como los personajes de la serie japonesa “Power Rangers”, aunque ahora prefiere los paisajes y el estilo abstracto.

Con el apoyo de su familia, el joven artista ha superado las limitaciones de su enfermedad y ha conseguido exponer su arte en galerías como Island Gallery, en la isla malasia de Penang, e incluso en Pundichery, en el sureste de India.

Según Subramanian, en Malasia no hay oportunidades para personas con síndrome de Asperguer y lo único que pide es apoyo de las instituciones y organismos para organizar exhibiciones donde su hijo pueda mostrar sus pinturas.

Etiquetas
stats