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Muchos nervios en la administración que ha repartido 660 millones del Gordo

EFE

Madrid —

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La administración de lotería número 32 de Madrid, donde ha caído hoy el premio Gordo de la Lotería de Navidad, ha sido escenario de “nervios” y “mucha alegría” tras repartir por ventanilla 660 millones de euros, correspondientes a la 165 series del número 66.513, que se agotó hace ya unas tres semanas.

En medio de la algarabía y de la celebración de muchos vecinos del barrio de Acacias agraciados con el premio máximo de la Lotería Nacional, los titulares de la administración, Agustín Ramos y María José Rojo, han explicado a la prensa que la oficina está abonada al número premiado y que, al término de la venta, “no se devolvió nada”.

Cuando faltaban tres minutos para el mediodía de hoy ha salido el número 66.513 del Gordo de Navidad, dotado con cuatro millones de euros por serie y 400.000 euros por décimo.

Rodeados por periodistas y micrófonos, por fotógrafos y cámaras de televisión, Agustín y María José han explicado que es la primera vez que venden un premio de esta categoría y que el número se agotó hace tres o cuatro semanas.

Una de las mayores alegrías se la ha llevado Elena Ferreira, una esteticista en paro a la que le ha afectado “muchísimo” la crisis, que podrá devolver dinero que le habían prestado y que podrá pagar la hipoteca “después de haberlo pasado mal durante mucho tiempo”.

Elena ha explicado a los periodistas que ha llamado “como una loca” a su madre para comunicarle la buena nueva, pues “necesitaban mucho” el dinero.

Mientras pedía por teléfono a su madre que le comprase “una botella de champán y otra de sidra para Toñi”, Elena explicaba ante los micrófonos que su marido fue despedido de la empresa donde trabajaba, que después montaron una pastelería que no prosperó y que, a día de hoy, “todavía” no había comprado nada para la Navidad porque no tenía dinero.

Otro de los beneficiados por la suerte, Vicente Barrionuevo, ha explicado que ha “echado a correr” hacia la administración después de ver en la televisión que tenía el número.

“Mi madre siempre que puede coge el trece y yo lo vi en la administración, ahí colgado”, ha añadido.

Vicente ha asegurado que lo primero que hará será ingresar el décimo en un banco, pues su mujer “está que no sabe dónde guardarlo”.

Este vecino ha dicho que los gestores de esta administración “se han hecho con la oficina hace muy poco” y que es la primera vez que dan un premio.

Otro de los vecinos del número 4 de la calle de la Esperanza, ha dicho que estaba en un bar cercano cuando se enteró del premio y que ahora está “como en una nube, muy nervioso” y dispuesto a disfrutar del premio con sus hijos.

“Tapar agujeros primero y luego a celebrarlo con algún viajecito”, decía otro vecino que estaba trabajando en una tienda vecina cuando se enteró de que tenía el número ganador.

Entre los felices agraciados con el gordo de la lotería navideña había otro vecino, trabajador de un bar cercano a la administración que fue quien corrió a avisarle al lotero de que había caído en su oficina.

“Me han tocado 400.000 pavos que dan para tapar agujerillos, pero mañana habrá que seguir trabajando”, ha dicho este hombre, quien ha afirmado a los periodistas que cuando fue a contárselo al administrador de la lotería “no se lo creía”.

Este vecino lo celebraba con su amigo Vicente, otro de los premiados, con quien juega a la lotería todas las semanas, y en medio de su euforia le preguntaba a un cámara de la televisión “quieres verlo?” y se buscaba el billete premiado para sacarlo del bolsillo.

En medio de la celebración, sin embargo, ha habido gente que se ha tenido que limitar a ver pasar la alegría ajena, como las trabajadoras de una peluquería, a la otra puerta de la administración, que no compraron nada, o como María Ángeles, que todos los años compraba ese número “pero esta vez no”.

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