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Polémico estudio revela que el azul de la bandera argentina puede no ser el real

Polémico estudio revela que el azul de la bandera argentina puede no ser el real

EFE

Buenos Aires —

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Dos franjas celestes, una blanca y un sol en el centro, así es como representaría en su cabeza la bandera argentina cualquier persona del mundo, sin embargo, científicos del país suramericano quieren demostrar que el celeste es, en realidad, azul de ultramar.

Un grupo de científicos de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica (Conicet) de Argentina, junto con profesionales de la Universidad Nacional de La Plata, estudiaron las hebras de la que consideran que es la más antigua de Argentina, y el azul del resultado desató una polémica por no ser igual al color con el que siempre se identificaron los argentinos, el celeste.

“Esta bandera en particular tuvo una pigmentación de color azul. De eso no tenemos ninguna duda”, aseguró hoy a Efe Carlos Della Védova, uno de los encargados de la investigación, quien defendió que es el azul de ultramar, con una tonalidad más intensa que el celeste, el color que impera en la bandera de su país.

La bandera, que analizaron con técnicas espectroscópicas y químicas, se encontró en la iglesia de San Francisco, en la norteña ciudad de Tucumán, y, como precisó Della Védova, fue Bernabé Aráoz -gobernador de Tucumán en aquel entonces-, quien la mandó confeccionar entre 1812 y 1814.

“Está confeccionada con una seda muy costosa para ese momento, muy linda. Era una bandera de interior, no de mástil”, contó el científico.

Agregó que detectaron en la inscripción amarilla del centro de la bandera “la presencia de un cromato de plomo y la presencia de sales de estaño, lo que significa que en algún momento de su existencia pasó por una intervención de conservación”.

Contemporánea a esta, el general Manuel Belgrano, uno de los principales héroes de la independencia del país suramericano, depositó otra, conocida como “bandera de Macha” en Sucre (Bolivia), en el interior de una iglesia franciscana, donde la insignia fue encontrada años después, en 1885.

Ambas banderas tienen una relación “debido a la conexión que existía entre Aráoz y Belgrano”, expresó Della Védova, quien afirmó que esas personalidades históricas “estaban al tanto de la existencia de las dos banderas”.

“Esta bandera fue testigo, seguramente, de la jura de la independencia, que fue en 1816 en la ciudad de Tucumán”, subrayó.

Si estos hechos históricos fueran como aseguran los científicos que han llevado a cabo el estudio de los colores, la bandera nacional del país austral debe tener los mismos colores que la hallada en Tucumán.

“Realmente estoy gratamente sorprendido de que este tema haya transcendido y lleve a una cuestión de debate”, aseguró el científico de Conicet, quien añadió que esto “lleva a volver a preguntarnos por qué los símbolos patrios son tan importantes”.

Su estudio ya ha sido aceptado por revistas científicas internacionales, ha pasado por validaciones y el experto insiste en que es “totalmente riguroso”.

En cuanto a la respuesta al estudio por parte de otros historiadores y expertos, así como de otras tantas personas que se han pronunciado para defender el celeste como el color nacional argentino, Della Védova lo tiene claro: cada uno tiene su estudio sobre la historia y, conociendo bien la historia, se podrá averiguar cuál es, finalmente, el color real.

“La polémica siempre es muy valiosa. Yo respeto mucho a los historiadores que estudian nuestro país. Nuestras bases de datos son totalmente diferentes. En esta reconstrucción del pasado, ellos cuentan con una documentación y nosotros con otra”, concluyó.

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