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NES 2016: un cartucho de 30 juegos para volver a los 80

La NES mini

David Sarabia

Super Mario ya está en los teléfonos móviles. Nintendo dio la noticia hace tres meses y este jueves se ha hecho realidad: el fontanero más famoso de todos los tiempos tiene una misión que cumplir. Solo en iPhone, de momento. El juego se llama Super Mario Run y aunque se pueden jugar gratis los tres primeros mundos, a partir del cuarto hay que pagar 9,50 euros. Aunque parecida, la experiencia no es igual que la vivida en la antigua NES. Por eso la empresa japonesa de videojuegos ha lanzado una edición especial de la consola, 30 años después de su desembarco en Europa.

La NES llegó a vender casi 62 millones de unidades en todo el mundo. La vimos por primera vez en el verano del 83 en Japón, con el nombre de Famicom. A EEUU y Europa llegó como Nintendo Entertainment System, una consola de 8 bits que arrasó en el mercado durante cerca de cinco años. O hasta que la Sega Mega Drive hizo su aparición en 1988.

En el siglo XXI y en plena era de la realidad virtual, la empresa de Fusajiro Yamauchi quiere volver a las navidades de 1987 (año en que se comercializó en España) con una reedición de la antigua videoconsola. La NES Mini llega en tamaño reducido y sin cartuchos intercambiables, pero con un diseño retro y un toque de nostalgia que difícilmente pueden conseguir el resto de consolas del mercado.

Nintendo nos ha dejado probar una durante unas semanas y la experiencia no ha podido ser mejor. Hemos vuelto a sortear los barriles que nos tiraba Donkey Kong, a disparar con la pistola del Metroid y a aplastar tortugas de la mano de Super Mario. Y eso sin contar los vuelos de Kirby o las plataformas con Mega Man. La consola cuesta 59,50 euros y lleva agotada desde mitad de noviembre, aunque la compañía japonesa ya ha prometido que traerá más antes de las Navidades.

Características técnicas

Las medidas de la NES se han reducido prácticamente a la mitad. El compartimento para meter los cartuchos está cerrado y la consola tiene una entrada HDMI que es el único síntoma que nos devuelve al 2016. La otra conexión es un puerto microUSB que se conecta al televisor con un USB y sirve como alimentación para la corriente.

En la caja, además de los dos cables para conectarla viene un mando idéntico al original del 87, pero con un problema: el cable es demasiado corto. Para solventar esto, ya hay quien comercializa un gamepad inalámbrico, aunque cuesta 25 dólares. Salvando ese detalle, apenas pasan unos segundos desde que encendemos la consola y la pantalla de inicio aparece en el televisor.

El menú es tan intuitivo y fácil como el mecanismo de un chupete: los juegos se eligen dándole a izquierda o derecha en la cruceta y se seleccionan con el botón A. Además, pulsando la flecha de dirección arriba o abajo, entramos en dos submenús diferentes. Todo ello aderezado con la clásica melodía de Super Mario de fondo y con demostraciones de los 30 juegos de manera aleatoria si la consola se queda más de un minuto parada.

Menús simples e intuitivos

Arriba hay cinco opciones: visualización, opciones, idioma, legal y manuales. La primera característica permite elegir cómo queremos ver la pantalla, si en formato 4:3, con la resolución original o con las (preciosas) rayas del televisor de tubo de antaño cruzando la pantalla horizontalmente. También se puede cambiar el idioma, formatear la consola a su estado de fábrica (lo que implica borrar las partidas) o configurarla para que se apague automáticamente.

Si presionamos el botón Select del mando, se pueden ordenar los juegos de varias formas: por orden alfabético, por uso, por fecha de lanzamiento, número de jugadores (1P o 2P) e incluso un modo para colocarnos de manera personalizada.

Abajo accedemos a las partidas guardadas. Nintendo ha incluido la opción de poder guardar los juegos en cualquier punto, algo que en los originales no estaba. Será tan sencillo como salir del juego pulsado el botón Reset de la consola y acceder hasta el submenú. Las partidas se pueden sobreescribir o proteger para que nadie guarde encima.

Los 30 juegos: lo mejor y lo peor

Es el mejor apartado de la NES mini, pero también el peor. En total hay 30 juegos clásicos que marcaron una época, a saber: Balloon Fight, Bubble Bobble, Castlevania, Castlevania II: Simon's Quest, Donkey Kong, Donkey Kong Jr., Double Dragon II: The Revenge, Dr. Mario, Excitebike, Final Fantasy, Galaga, Ghosts'n Goblins, Gradius, Ice Climber, Kid Icarus, Kirby's Adventure, Mario Bros., Mega Man 2, Metroid, Ninja Gaiden, Pac-Man, Punch-Out!!!, StarTropics, Super Contra, Super Mario Bros., Super Mario Bros. 2, Super Mario Bros. 3, Tecmo Bowl, The Legend of Zelda y Zelda II: The Adventure of Link.

Ante todo hay que decir que la NES mini no es un emulador de NES. Es una videoconsola que incluye los 30 juegos grabados en su memoria. Es por eso que este punto es tan bueno como malo, ya que no hay manera alguna (al menos de momento) de poder ampliar el catálogo. Los juegos son los que son y la NES fue mucho más que 30 títulos.

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