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Catalunya concluye que un retorno de envases como el que promueve el Consell reduciría un 90% su abandono

Una persona deposita dos botellas de plástico en un contenedor de envases

Carlos Navarro Castelló

La Generalitat de Catalunya presentó el pasado 26 de julio un estudio que avala la implantación de un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases de bebidas, muy similar al que pretende impulsar en la Comunitat Valenciana la Conselleria de Medio Ambiente, de la mano de su secretario autonómico, Jualià Àlvaro, principal valedor de la iniciativa.

Según el informe, la aplicación del SDDR en Catalunya es “legalmente posible” y su puesta en marcha podría suponer un plazo de alredor de dos años y medio, desde el momento en el que se acuerde implantarlo.

Además, el documento concluye que como resultado de la aplicación de un SDDR en  convivencia con un Sistema Integrado (contendores de reciclaje) se calcula que se reciclarían 121.505 toneladas de residuos, lo que supone un reciclaje adicional de 41.296 toneladas respecto del sistema actual, aumentando el reciclaje de envases de bebidas hasta al 94,95%.

Este reciclaje adicional supondría un incremento del 14,4% del reciclaje de envases de vidrio, un 13,6% de los envases de plástico, un 23,4% de los envases de aluminio, un 6,4% de los de acero y un 10,1% de los brics.

En conjunto, se estima que el reciclaje de envases en Cataluña crecería un 16,5%, mientras que el aumento global de la recogida selectiva en Cataluña sería del 3,1% lo que supone un aumento de 1,2% puntos respecto de la generación total.

Por otra parte, se estima que con la introducción del SDDR el vertido y la incineración de envases se reducirían un 2,44%, mientras que el littering (basura abandonada en el medio ambiente) pasaría de 1.280 a 173 toneladas anuales.

En cuanto a la viabilidad económica, el estudio advierte que se produce una transferencia de costos, puesto que mientras los municipios ahorrarían 16,9 millones de euros al año en limpieza, los productores aumentarían su contribución en 8,2 millones de euros.

Además, supondría un coste anual para el consumidor de 26,4 millones de euros, correspondiente a aquellos que no devuelvan el envase y por tanto pierdan el depósito de 0,10 euros abonado al comprar la bebida.

El informe estima que el nivel de retorno de envases puestos en el mercado y sujetos al sistema (agua, zumo, cerveza y refrescos en vidrio, latas, plástico y brics de hasta 3 litros) alcanzaría el 86%.

Con estos datos en la mano, la Generalitat de Catalunya analizará si es viable implantar el sistema a toda Cataluña con la creación de una comisión donde participarán los diferentes agentes implicados: gobierno, municipios, empresas, consumidores y distribuidores.

Experiencia piloto en Cadaqués

La llegada del SDDR a Catalunya no supondría una novedad. En el año 2013 se llevó a cabo una experiencia piloto en Cadaqués, logrando unos buenos resultados.

Según ha recuerda el alcalde del municipio en la época, Joan Figueres, “el pueblo estuvo más limpio y más unido que nunca por un proyecto en común. Conseguimos recuperar hasta el 92% de los envases de bebidas en tres meses porque hubo una gran concienciación ciudadana, especialmente entre los más jóvenes”.

Cuenta atrás para el debate en Les Corts

En cuanto a la implantación del SDDR en la Comunitat Valenciana, el 15 de septiembre se cumplirá un año del encargo que realizó la Cámara valenciana a la Conselleria de Medio Ambiente para impulsar este sistema, por lo que en esa fecha deberá rendir cuentas sobre todo lo realizado para ponerlo en marcha.

Será un momento clave en el que tanto desde Medio Ambiente como desde el propio Consell que dirige Ximo Puig se observará si realmente se apuesta por este sistema o si se descarta ante la oposición mostrada por los empresarios y por la patronal de supermercados, un sector clave para su puesta en marcha.

Y es que, la división existente en el seno de la mencionada Conselleria entre la consellera Cebrián (Compromís) y sus afines y entre su secretario autonómico, Julià Álvaro (Els Verds), y sus seguidores, se ha incrementado en los últimos días con la polémica destitución del director general de Vaersa, avalada por Cebrián, pero con el voto en contra de Àlvaro, principal valedor del SDDR.

De esta forma, se atisba un nuevo pulso en el seno de la Conselleria. Con todo, lo que parece claro es que no se cumplirán los plazos de implantación del sistema de depósito que se manejaban en un primer momento, los cuales preveían que comenzara a funcionar en el primer trimestre del año que viene.

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