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Marzà le declara la guerra a la repetición de curso en la Comunidad Valenciana

El conseller y el secretario autonómico de Educación, Vicent Marzà y Miguel Soler, en rueda de prensa.

Voro Maroto

La Conselleria de Educación quiere rebajar el elevado número de repetidores en la Comunidad Valenciana. Según el último informe PISA, el 35% de los alumnos ha repetido al menos un curso, en primaria o en la ESO, antes de cumplir 15 años. El porcentaje es superior a la media española (31%) y triplica el de la Unión Europea, un 11%.

Un problema de primer orden, según el conseller y el secretario autonómico de Educación, Vicent Marzà y Miguel Soler, respectivamente. La repetición de curso -como probaría abundante literatura científica- es negativa para el alumno (no mejora sus resultados, aumenta la probabilidad de abandono escolar, le perjudica socioemocionalmente) y para el sistema, en forma de sobrecoste económico. Además, perjudica a los alumnos de familias con menor nivel socioeconómico.

“Está demostrado que la repetición no funciona”, ha dicho Soler en rueda de prensa. Por ello, Educación anuncia que trabajará en dos líneas -en consonancia con su filosofía general- para disminuir la lacra de la repetición: Aumentar la justicia social -dotar de más medios al sistema, especialmente allá donde hay más necesidad- y fomentar la renovación pedagógica.

El conseller ha recordado varias iniciativas para mejorar la calidad de la enseñanza que repercutirían en mayor número de aprobados. Bajada de ratios alumnos/profesor en clase, reforzar la atención individualizada, evitar que los colegios concertados seleccionen sus alumnos -“igualdad en el acceso a los centros”, en palabras de Marzà- o facilitar mediante becas el acceso al comedor o a los libros de los alumnos desfavorecidos, cuyo rendimiento escolar suele ser peor.

Además, se necesita “un cambio cultural” en el profesorado. En la Comunidad Valenciana, según asegura Soler en base a los datos de PISA, se suspende a alumnos con un nivel de conocimientos que le habría valido un aprobado en otros países del entorno. Aunque sin asomo de crítica a los docentes, la conselleria quiere impulsar  novedades en la metodología de enseñanza y la mentalidad.

Por ejemplo, se debería enseñar -y evaluar- la resolución de problemas y no la simple acumulación de conocimientos. Educación trabaja en varias líneas- centros y cursos de formación, jornadas para “cambiar la mirada” del profesorado- para mejorar la calidad de la enseñanza y, de paso, reducir el número de repetidores, también marcado por la legislación estatal al respecto.

Sin sorpresas en el PISA valenciano

Educación ha acogido sin sorpresa el informe Pisa para la Comunidad Valenciana, el primero que evalua el sistema autonómico. Según Marzà, los resultados van en total consonancia con el nivel socioeconómico del territorio. “Estamos donde nos corresponde”, dice el conseller.

Éste ha anunciado -tal como pedía entre fuertes críticas el PP- la celebración de otras pruebas complementarias para evaluar las fortalezas y debilidades del sistema. “Pisa ofrece solo una foto fija y parcial de donde estamos. Nosotros queremos tener un mapa completo”.

Según PISA, los alumnos valencianos de 15 años están en la media de España y la Unión Europea en las materias analizadas, lectura, ciencias y matemáticas. Esta es la primera vez que la Comunidad Valenciana se somete a evalución. El PP, que durante 15 años excluyó a los alumnos valencianos de los tests, accedió finalmente a someterse a PISA, el examen de educación que muchos citan y pocos entienden

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