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Los socialistas valencianos protegen el Pacte del Botànic de la campaña del PSOE

Ximo Puig y Pedro Sánchez en un acto del PSOE en Valencia.

Adolf Beltran

La situación de los socialistas valencianos en esta campaña electoral no sólo es incómoda porque concurren en ella con la condición de tercera fuerza, tras ser superados en la convocatoria de diciembre por Compromís-Podemos. También lo es porque el candidato del PSOE a presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho de la crítica feroz a Podemos uno de sus argumentos.

El partido de Pablo Iglesias, que en el País Valenciano lidera Antonio Montiel, hace de tercera pata, junto a Compromís y el propio PSPV-PSOE, del Pacte del Botànic que sustenta el Consell presidido por Ximo Puig. Por eso el presidente de la Generalitat evita en los mítines la crítica a su socio parlamentario y centra los ataques en el PP.

El contraste entrre la actitud de Puig y la de su candidato a presidente del Gobierno fue palpable en el mitin central en Valencia, el sábado 18 de junio. Mientras el líder valenciano llamaba a no votar a la derecha y cargaba contra el PP, Sánchez se explayó al describir a Podemos como “extremo”.

Salvar sin daños irreparables la contradicción entre la orientación política de la campaña de Sánchez y la fáctica prueba de que el denostado Podemos protagoniza pactos municipales y autonómicos con los socialistas no es la única preocupación del PSPV-PSOE. Hay otra, derivada de la anterior: perder toda representación directa en el Senado. Puig chocó con Sánchez en la precampaña electoral cuando el segundo vetó el acuerdo que el líder valenciano tenía prácticamente hecho para votarse mutuamente los candidatos a senadores con Compromís y Podemos. Ahora la posibilidad de que los socialistas valencianos se queden, por primera vez en democracia, sin senadores de elección directa planea sobre el 26J.

Sería el gran retroceso, ya que el PSPV-PSOE conservó todavía dos senadores en las elecciones de diciembre pasado. Por otra parte, las encuestas otorgan a las candidaturas socialistas en las tres circunscripciones de Valencia, Alicante y Castellón, encabezadas respectivamente por Ana Botella, Julián López Milla y Artemi Rallo, resultados similares a los de hace seis meses, cuando fueron superados en todas ellas por Compromís-Podemos.

Resistir es ganar, en este caso, para los socialistas valencianos, cuya principal prioridad es preservar el gobierno de la Generalitat y, en general, los pactos locales que han llevado a sus candidatos a alcaldías como las de Alicante, Castellón y Elche con apoyo de Compromís y de plataformas en las que participan Podemos y Esquerra Unida.

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