El Senado consagra el reparto a la antigua
El mapa político ha sufrido una sacudida notable en estas elecciones generales. Eso se ha reflejado en un Congreso plural, sin mayorías claras. También en el reparto de escaños en la Comunidad Valenciana. No ha ocurrido lo mismo con el Senado. El PP, como partido mayoritario, ha reeditado el clásico reparto de escaños: tres por circunscripción y el cuarto para la oposición. Así, habrá nueve senadores populares procedentes de la Comunidad Valenciana, entre ellos el veterano Pedro Agramunt, frente a dos de los socialistas y una de Compromís-Podemos.
La novedad es el escaño de senadora obtenido en Valencia por Dolors Pérez, que con el 66% de los votos escrutados superaba a su compañero de candidatura, el histórico Josep Lluís Albinyana. El empuje de Compromís en la provincia de Valencia no ha permitido al PSPV-PSOE, como sí que ha ocurrido en Castellón y Alicante, conservar el escaño de senador por esa circunscripción, en la que se presentaba el exsecretario general Jorge Alarte.
En todo caso, la elección reafirma la paradoja de que la libertad que ofrece el mecanismo de listas abiertas que se usa para escoger a los senadores (cada elector puede marcar hasta tres de los candidatos del conjunto de los partidos) no opera en la práctica, ya que los votantes optan por actuar como si de listas cerradas se tratara, lo que distorsiona el resultado, al primar el bloque del partido mayoritario.
