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El cambio climático pisa los talones a la agricultura valenciana

Una caja de naranjas ecológicas en una tienda de Vila-real.

Belén Toledo

De todos los recursos hídricos disponibles en la Comunidad Valenciana, un 75% se gasta en la agricultura. Y según algunos modelos predictivos, en 2070 la cuenca del Júcar podría tener un 25% menos de agua. Los dos datos fueron aportados el miércoles por Ignacio Morell, catedrático de Hidrogeología en la Universidad Jaume I (UJI). La combinación de ambos indicadores muestra la urgencia de hacer más eficientes los regadíos valencianos para adaptarse al cambio climático.

La intervención de Morell se enmarcó en una jornada sobre mejora y sostenibilidad en la producción de cítricos en España organizada por la multinacional Coca Cola en colaboración con la UJI y el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Catalunya). El catedrático explicó que en los últimos 20 años el sector ha hecho un gran esfuerzo, de manera que “la agricultura valenciana consume hoy entre el 60 y 70% menos de agua”.

Ahorro “vital”

El ahorro que se pueda conseguir en el futuro será menor en porcentaje, pero resultará “vital, porque a partir de ahora comenzará a notarse el cambio climático”. De hecho, algunas aproximaciones apuntan a que dentro de 10 ó 15 años habrá en torno a un 10% menos de agua que ahora, “que viene a ser lo que ocurre cuando hay sequías, así que es posible que no estemos siendo conscientes de que eso está pasando”, añadió. “Todo esto amenaza enormemente nuestra subsistencia y obligaría a un cambio en nuestro sistema socioeconómico”.

Otro problema añadido es que las aguas subterráneas en la Comunidad Valenciana, que son en torno al 50% de los recursos disponibles, son “poco adecuadas”. Muchas de ellas están salinizadas, tienen cantidades elevadas de agroquímicos o están en acuíferos sobreexplotados, de forma que “algunos se están agotando literalmente, como si fueran minas de agua”.

Morell apuntó que hay, sin embargo, “tendencias para la esperanza”. Explicó que la sobreexplotación de los acuíferos se está reduciendo porque “cada vez se usa el agua de manera más eficiente, especialmente en el regadío”. Por eso, “ya estamos notando que las aguas costeras tienen menos sal y menos nitratos que hace 15 años”. El catedrático pidió “educación ambiental” y, sobre todo, “un pacto de estado para la gestión del agua”.

A por una segunda modernización del riego

La jornada acabó con una mesa redonda en la que participó Óscar Pagés, jefe de servicio de Regadíos de la Generalitat Valenciana. Explicó que la administración subvenciona la modernización de regadíos y destacó el “esfuerzo que ha hecho la Generalitat, que en los últimos 20 años ha hecho una inversión de 2000 millones”. El resultado es que entre el 70 y 80% del total de hectáreas en regadío de la Comunidad Valenciana cuentan con riego localizado.

Pagés explicó que en este momento “estamos buscando una segunda modernización de los regadíos” y concienciar a las comunidades de regantes de que con este tipo de técnicas pueden dejar de gastar entre un 20 y 25% de agua, así que es “una inversión que se amortiza ella sola”.

Coca Cola organizó este encuentro para presentar su proyecto “Cítricos Sostenibles”, por el que la multinacional invertirá 580.000 euros en dos años en varias fincas de las provincias de Tarragona, Castellón, Valencia y Murcia para modernizar sus sistemas de regadío. Los agricultores seleccionados aportarán el 60% del gasto y se beneficiarán del asesoramiento técnico del IRTA y la UJI.

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