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La oposición en la Diputación de Castellón pide la liberalización de la AP-7 por las obras de la A-7

Vista del tramo de la autovía A-7 entre Sagunto y Almenara, paralelo a la AP-7

Roger Lorgeoux

Castellón —

Desplazarse desde Valencia hasta Castellón (y viceversa) se ha convertido en un calvario, salvo que se recurra al avión o al barco como medio de transporte. A las deficiencias con la línea ferroviaria de Cercanías por las obras del Corredor Mediterráneo se suman desde principios de mes los problemas de conexión de la A-7, a consecuencia de los trabajos de mejora del firme de la variante de la autovía a su paso por la Vall d’Uixò. La actuación, con un presupuesto de 3,36 millones de euros, se prolongará durante medio año y provocará cada tres meses el corte de uno de los dos carriles por sentido.

Más de 50.000 automovilistas se ven afectados diariamente por las kilométricas retenciones. Una irritante molestia que, según la oposición en la Diputación Provincial, se podría evitar si el Gobierno central liberara el tramo de la AP-7 entre Sagunto y Castellón sur, por el que los conductores pagan un peaje que oscila entre los 6,05 euros para los vehículos ligeros y los 8,95 euros para los pesados.

El PSPV-PSOE y Compromís han anunciado la presentación de una moción, a la que esperan que se adhiera el PP, para instar al Ministerio de Fomento a aprobar, de manera excepcional, la gratuidad de los 76 kilómetros, aproximadamente, que comprende el recorrido en cuestión.

Para el grupo socialista, se trata de la mejor solución “para evitar las largas colas que están produciendo en el tramo afectado por los trabajos, ya que de esta forma se descongestionaría el tráfico que circula por este vial”, según el portavoz, José Benlloch.

Y es que, como recuerda el diputado nacionalista, José Miguel Carbó, existen antecedentes sobre medidas extraordinarias del Estado ante situaciones similares. Así, en 2010, el Ministerio autorizó la gratuidad de las autopistas AP-68 y AP-2 a su paso por Zaragoza debido a los elevados índices de siniestralidad de la N-232 entre Figueruelas y Mallén.

Ya en la Comunidad Valenciana, los Ayuntamientos de Castellón, Benicàssim y Oropesa acordaron con el Gobierno central en 2004 la liberalización para los camiones de la AP-7 durante el mes de agosto para reducir el tráfico de la colapsada N-340.

Hace escasamente dos años, en 2014, el Ministerio y la Generalitat pactaron bonificar hasta en un 50% la circulación de vehículos pesados por la AP-7 entre Sagunto y Torreblanca por el cierre de la citada N-340 para los camiones.«La existencia de estos precedentes reafirman la viabilidad y la necesidad de buscar alternativas para evitar un caos circulatorio que agregue aún más la movilidad en las comarcas de Castellón», concluye Carbó.

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