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Tres meses de prisión por tener a una perra encerrada y atada durante tres años

Maya con el cuerpo lleno de heridas, pocos días después de ser rescatada

Carlos Navarro Castelló

“Aunque pueda parecer una sentencia suave, con el actual Código Penal en la mano no se puede ir mucho más allá y al menos se consigue que el acusado tenga antecentes penales y que durante tres años no esté en contacto con animales; así, si vuelve a delinquir entrará en prisión”.

Así han valordo fuentes de la protectora de animales Modeprán la sentencia por un caso de maltrato animal que ha dictado este miércoles el juzgado de instrucción número 4 de Valencia, la cual condena a 3 meses de prisión y tres años de inahibilitación para estar en contacto con animales al propietario de Maya, una perrita yorkshire. Sin embargo, el acusado no entrará en la cárcel al carecer de antecedentes.

La entidad, encargada de gestionar el centro de adopción de animales del Ayuntamiento de Valencia, denunció hace un año a este individuo tras hallar al animal en una habitación de su casa, ubicada en el número 116 de la avenida Peset Aleixandre de Valencia, en unas pésimas condiciones de insalubridad.

Operarios del Consistorio acudieron a inspeccionar una vivienda tras recibir varias denuncias vecinales por malos olores. Al entrar en la casa, que estaba llena de desperdicios, hallaron a Maya, un yorkshire que llevaba tres años encerrada y atada en una habitación.

Según la sentencia, esta situación le causó una infección cutánea con pérdida de pelo, piel engrosada, dermatitis crónica y severa, uñas largas y úlceras corneales. esta situación de abandono le provocó un grave riesgo de muerte por septicemia, una infección grave de todo el organismo.

Desde Modeprán se han mostrado satisfechos ya que es “la segunda sentencia condenatoria con pena de prisión” que consigue la entidad. Además, han destacado que si el condenado es sorprendido con algún animal en un plazo de tres años, sí que iría a la cárcel por cometer un delito de quebranto de una sentencia judicial.

Al mismo tiempo, pasado ese plazo, cualquier otro delito de maltrato animal que cometiera también supondría la prisión al constar ya antecedentes penales tras este fallo. Aún así, desde Modeprán han abogado por un “endurecimiento de las leyes y de las penas en los casos de maltrato animal”.

En cuanto al estado actual de Maya, por suerte se ha recuperado de sus patologías y ha sido adoptada por la voluntaria que se la llevó a casa para cuidarla durante el proceso de curación.

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