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Un monolito franquista enterrado bajo una pirámide

Imagen del monolito a José Antonio Primo de Rivera en Catarroja

Laura Martínez

Valencia —

Una pirámide de cerca de 10 metros preside la plaza frente al Ayuntamiento de Catarroja. Aparentemente es un monumento simple, como el de cualquier consistorio. Catarroja vivió la guerra con bombardeos aéreos incluidos y ya en el franquismo recibió varias visitas del dictador, en sus habituales recorridos por la geografía española para inaugurar infraestructuras. Como en cualquier municipio, las décadas del franquismo pervivieron en forma de placas, escudos, nombres en el callejero y monolitos.

La peculiaridad de esta pirámide está en lo que se encuentra debajo. Precisamente, uno de los tantos monolitos en homenaje a Primo de Rivera. El monumento a los caídos se construyó frente a l’Hort de Vivanco, una casa señorial del siglo XVIII, el edificio que hoy es sede del ayuntamiento. Sobre él, figuraba la tradicional inscripción: 'José Antonio ¡Presente!'. Hoy, es una construcción en medio de una fuente.

Según diversas fuentes municipales y los propios vecinos, el monolito franquista fue tapiado hace más de una década, cuando la alcaldía de la población la ostentaba el PP (desde 1995 hasta las pasadas elecciones), cuyo titular ya falleció. Otros miembros del Ayuntamiento han negado que hubiera ningún monumento franquista. Los vecinos más jóvenes apenas recuerdan la existencia del homenaje falangista, más allá de un monumento que se encontraba en medio de un parque, que hoy es una fuente.

Durante los últimos años, desde la puesta en marcha en 2007 de la Ley de Memoria Histórica, se ha procedido paulatinamente -de forma demasiado paulatina quizás- a la retirada de símbolos y honores al dictador y a su dictadura. Hasta 2012 el dictador ostentaba la Medalla de la Vila de Catarroja, distintivo local que el pleno municipal decidió retirarle por iniciativa de Compromís. Fue la primera medalla de estas características que otorgó el municipio, aprobada por el pleno en 1972. En 2016, el nuevo ayuntamiento quiere ponerse al día con la legislación estatal e irá eliminando la simbología a través de distintas vías: ha presentado un proyecto que opta a las subvenciones de la Diputación de Valencia y, según fuentes municipales, está preparando una iniciativa para que los ciudadanos participen de la retirada de las placas de las VPO.  

Municipios con simbología franquista

El listado de municipios que incumplen la ley de Memoria Histórica es amplio. En la provincia de Alicante, en la comarca de la Vega Baja, Daya Nueva es la única población en la que el ayuntamiento se ha negado abiertamente a la retirada de símbolos. Sin embargo, existe una larga lista de ejemplos de permanencia del franquismo. Callosa de Segura  protagonizó una serie de titulares cuando sus vecinos intentaron paralizar los  trabajos para la retirada de 'La Cruz de los Caídos', frente a la iglesia. Asimismo, la conselleria de Justicia elabora un inventario en el que figuran nombres franquistas del callejero, placas de las iglesias, cruces de los caídos, placas de las VPO y otros distintivos franquistas para su retirada.

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