Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Razones y soluciones a la situación actual de Izquierda Unida

Pablo Gallén

Ante los resultados en las elecciones al Parlamento de Andalucía del pasado domingo que han dejado a IU Los Verdes-Convocatoria por Andalucía en el quinto lugar con cinco escaños y un porcentaje de voto del 6,89% tras recibir 273.927 votos, perdiendo siete diputados y 164.445 votos respecto a los comicios de marzo de 2012, cabe analizar las razones y las posibles soluciones que los dirigentes de esta formación deberían tener en cuenta para mejorar en un futuro, a tenor del ciclo político que se avecina este mismo año.

En política no haya nada sencillo y cada persona puede ver la realidad desde diferentes puntos de vista, pero no se puede negar el mal momento electoral por el que atraviesa la organización que coordina Cayo Lara, incrementado por la irrupción de Podemos en el mapa electoral el pasado año.

También es necesario situar este análisis tras unas elecciones en las que Izquierda Unida normalmente ha tenido buenos resultados, incluso durante la legislatura anterior formó gobierno junto al PSOE de Andalucía desde el 2012 hasta el pasado mes de enero y su federación andaluza es uno de los bastiones del movimiento político y social nacido en 1986.

Las razones del “batacazo”:

1.- El pacto de gobierno con el PSOE-A. IU no supo vender las políticas puestas en marcha por la Junta de Andalucía mientras gobernó y además la imagen que se transmitió de la ruptura de la coalición fue que el partido que dirige Susana Díaz tenía totalmente controlada la situación.

Hubo tiempo para que IU rompiese y se saliese del ejecutivo, sobre todo durante la crisis de la Corrala Utopía, pero Susana Díaz fue quien finalmente se adelantó al referéndum convocado internamente en IU sobre la continuidad en la Junta. Díaz además se ha adelantado al ciclo electoral del 2015 en una comunidad donde su partido es la fuerza tradicional desde las primeras elecciones democráticas, una jugada partidista que le ha salido bien.

2.- La aparición en escena de Podemos. A pesar de los intentos de parte de la ejecutiva que comanda Lara de un pacto con el partido que dirige Pablo Iglesias, ambas fuerzas no han convergido hasta el momento –salvo en diferentes municipios-, ya que Podemos ha rechazado en diferentes ocasiones acuerdos preelectorales con Izquierda Unida.

Ambas fuerzas ocupan un espacio electoral a la izquierda del PSOE y a pesar de la ambigüedad de Podemos en algunos aspectos programáticos, la ciudadanía ve con buenos ojos la aparición de este partido frente al pactismo de IU. Podemos tiene la ventaja de ser una formación nueva que no ha tenido la oportunidad de posicionarse en algunos aspectos polémicos, mientras que IU es una fuerza de sobra conocida entre la población, con lo que puede generar más reparos y críticas.

3.- La crisis de IU de la Comunidad de Madrid. El lío interno en la federación madrileña de IU entre los partidarios de la ex dirigente y ex diputada en la Asamblea de Madrid, Tania Sánchez y la vieja guardia al servicio del portavoz en el Ayuntamiento de la capital de España, Ángel Pérez, el portavoz del grupo parlamentario en la cámara autonómica madrileña, Gregorio Gordo y  el ex secretario de Organización federal, Miguel Reneses, ha contaminado el debate y la opinión pública sobre la organización de izquierdas.

De fondo, la lucha de poder en una de las federaciones más importantes de IU y las diferentes visiones sobre cómo encarar el proceso de convergencia con Podemos y otras fuerzas políticas, salpimentado con las sospechas sobre corrupción que tanto para unos líderes como para otros sobrevolaba sobre sus cabezas. Sánchez con el caso de la adjudicación a su hermano en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid y la vieja guardia implicada políticamente en el caso de las tarjetas negras que se repartieron en Caja Madrid.

4.- La falta de coherencia y claridad a la hora de encarar los procesos electorales municipales en candidaturas ciudadanas. IU apostó en sus órganos por acudir a las elecciones locales con aquellas organizaciones de base con las que se pudiese converger en torno a un programa político coherente con la ideología de izquierdas. Sin embargo, en algunas ciudades importantes como Madrid o Valencia, han surgido roces entre los que defienden a toda costa participar en procesos ciudadanos y los que prefieren concurrir a las elecciones con la propia marca.

Los de la primera opción han llegado a saltarse incluso la democracia interna de los colectivos de IU y figuran en las listas de las primarias de Ahora MadridValència en Comú, cuando no se han dado de baja a última hora para vincularse a estos proyectos. Por su parte, los segundos se aferran a una marca en horas bajas que esperan resista a las encuestas y al ciclón electoral que sacude a España.

Sin una varita mágica serán complejas las soluciones para que IU mejore en las próximas convocatorias electorales, pero cabe apuntar varias cuestiones que pueden dar aire a la organización que dirige Cayo Lara.

1.- Poner en práctica una política coherente entre el discurso y los pactos institucionales. IU no puede defender acabar con el régimen de la Constitución de 1978 y al mismo tiempo, por ejemplo, estar en el gobierno andaluz con una de las principales fuerzas del bipartidismo o pactar con el PP, el PSOE, CIU y PNV un puesto en el Consejo General del Poder Judicial. O estas en la trinchera o en la moqueta.

2.- Defender un espacio propio de radicalidad democrática e izquierda transformadora frente al PSOE y Podemos. La formación que dirigen los tertulianos de “La Tuerka” ha rechazado llegar a un acuerdo con Izquierda Unida y esta, por tanto, debe encontrar un espacio propio que le sirva para crecer orgánicamente y electoralmente en un contexto de oportunidad por la crisis social y económica que vive el país. Si no aprovecha esta “ventana de oportunidad” o se queda esperando un acuerdo con Podemos que no llega, pasará a ser barrida del mapa.

3.- Consolidar el liderazgo de Alberto Garzón y tratar de reducir las cuitas internas. IU no puede estar inmersa en una batalla continua entre los partidarios de un bando, familia o sector. La democracia interna y el respeto a los acuerdos y a las minorías es el camino que debe seguir si quiere mejorar la situación y volver a ser la alternativa al bipartidismo. IUCM debe servir como ejemplo de mala praxis interna, que no vuelva a suceder en ninguna otra federación.

Garzón debe ser el valuarte que redirija la situación, con el apoyo de los coordinadores territoriales y la ejecutiva.

4.- Claridad a la hora de encara los procesos de convergencia. IU debe marcar una línea de actuación comprensible y asimilable para los electores, no puede concurrir a unas elecciones en las que una parte de sus militantes apoyen una candidatura y otros una diferente, como en València en Comú o Castelló en Moviment. Sino se estará transmitiendo una imagen de desorganización e incoherencia pública que restará apoyos.

La gente corriente se pierde con los cambios de nombres de las candidaturas locales que apoya IU que se están viendo en los últimos meses e iniciativas como unas elecciones primarias de varios días tampoco ayudan a transmitir una imagen de fomento de la participación ciudadana, ya que cualquiera que no siga la actualidad de esas coaliciones acaba mareado y desubicado ante la maraña burocrática.

Sin duda, el reto que tiene por delante la formación que nació al calor del no al referéndum a la incorporación de España a la OTAN no es fácil y el envite de Andalucía nos muestra que el bipartidismo pierde fuelle pero todavía no está muerto como algunos indicaban, a pesar de que el microclima andaluz no es extrapolable a otras comunidades autónomas, y que los nuevos partidos tampoco acaban de irrumpir como alternativas claras de gobierno.

Como decía Antonio Gramsci, “el viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Espero que los monstruos no se lleven por delante a Izquierda Unida.

Etiquetas
stats