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El #paellaemoji o cómo triunfar en Silicon Valley

Eugeni Alemany durante su visita a Japón para promocionar el #paellaemoji

Miguel Giménez

Valencia —

Unicode -el consorcio que gestiona y decide sobre los emoticonos que se incluyen en el lenguaje digital universal- confirmaba hace apenas una semana la aprobación del #Paellaemoji, impulsado por Arroz La Fallera de la mano del humorista valenciano Eugeni Alemany y la agencia (también valenciana) 'La mujer del presidente', como uno de los iconos que estarán presentes en los teclados de todo el mundo para comunicarse a través de medios como Whatsapp y Telegram o redes sociales como Facebook o Twitter. Se trata de la primera vez que una demanda social es aceptada por Unicode.

Pero, cómo se llega hasta aquí. Pues, como reconoce el propio Eugeni Alemany, de manera casual. Todo comienza en diciembre de 2014, cuando el humorista valenciano está preparando la presentación de la ceremonia de premios de hostelería que organiza la 'wikipaella'. Es en ese momento cuando se lanza la campaña para que la paella entre en el Whatsapp, con un vídeo en redes sociales dirigido a Tim Cook, director ejecutivo de Apple, y una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org. Es en ese momento cuando entra en juego La Fallera y la iniciativa entra en una fase más profesional.

A partir de ahí, el proyecto entra en una fase de mucho trabajo y esfuerzo, “contar una historia, una aventura, de una forma divertida, con guión pero también con mucha improvisación y espontaneidad”, explica Alemany, quien apunta que podían haber llevado a cabo todo este proceso por medios convencionales (fax y correo electrónico) pero apostaron por las nuevas tecnologías y el poder de las redes sociales como sistema de comunicación global, que permite la simultaneidad: “A la vez que yo estaba en San Francisco, numerosas personas estaban pendientes de lo que sucedía e interactuaban conmigo gracias a las redes”.

Viajes a San Francisco o Tokio

El humorista, exreportero del popular progama de Telecinco 'Caiga quien caiga', ha consiguido sumar incontables adeptos a la causa -incluidos los parlamentarios valencianos en el Congreso de los Diputados o el internacional cocinero español José Andrés, quienes no dudaron en adherirse a la campaña-. También trasladó su reivindicación hasta San Francisco, donde intentó (sin éxito) contactar con los responsables de Whatsapp, Facebook, Apple o Google en sus casi inexpugnables sedes de Silicon Valley, “hay más seguridad que en Fort Knox”, -sí que pudo dialogar telefónicamente con Mark Davis, fundador y presidente de Unicode- o Tokio, donde sí que se entrevistó con Shigetaka Kurita, creador de los populares emoticonos, que dio su visto bueno al #Paellaemoji.

Precisamente, cuenta Eugeni como Mark Davis le puso sobre la pista al decirle que lo que tenían que hacer para lograr el éxito era hacer 'ruido': “Nos lo pusieron en bandeja, decirle a un valenciano que tenía que hacer ruido”. A partir de ese momento, se intensificaron las acciones y la presencia en redes hasta lograr el éxito.

Exportar la marca “Valencia”

A pesar de que hubo gente que no se tomó en serio la iniciativa, “aunque yo soy el primero en tomármelo a canchondeo, hubo quien despreció la campaña y no le dio importancia, porque creen que defender una iniciativa así es incompatible con estar en contra de la corrupción”, apunta Alemany, quien insiste en que estas personas “no son conscientes del logro que supone colocar un elemento tan geolocalizado y tan valenciano como la paella en un lenguaje universal como es el de los emoticonos, que están en todos los teclados del mundo. ”Es exportar la marca Valencia pero con connotaciones positivas“.

Así mismo, resalta la colaboración recibida por una gran legión de 'evangelizadores' valencianos que han consolidado y multiplicado la presencia de la paella en redes sociales como Twitter y “han contribuido a vertebrar el territorio y a que se nos visibilizara”. “Y todo ello sin que nos cueste un euro a los valencianos, sino que ha sido una apuesta de una empresa de aquí que se ha implicado en algo de aquí”, insiste.

En este sentido, el humorista destaca la apuesta de determinadas empresas por arriesgar con el marketing valenciano, “como es este caso con La Fallera o hace no mucho fue otra marca de arroz, Dacsa, la que también puso en marcha una campaña creativa muy interesante, 'El valenciano que no sabía hacer paellas', iniciativas en clave positiva y que vinculan al territorio en el que están instaladas”. Eugeni ya está pensando en nuevos proyectos... “Soy autónomo, no puedo parar”.

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