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La cúpula valenciana se parte en cuatro facciones ante la asamblea de Podemos

Voro Maroto

La encarnizada lucha entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón por marcar el futuro del partido tiene su reflejo en la Comunidad Valenciana. La cúpula valenciana de la organización apoya hasta cuatro propuestas diferentes de cara al referéndum que marcará las reglas de la II Asamblea Ciudadana de Podemos, conocida como Vistalegre 2.

La división, según fuentes del partido, es un eco, aunque no una traslación exacta de la tensión que vive el partido en la Comunidad Valenciana, donde hay un sector crítico que discute la gestión y la estrategia del secretario general, Antonio Montiel. El congreso valenciano de Podemos, donde tal vez se diriman las fuerzas entre corrientes, se celebrará la próxima primavera, tras la celebración del estatal.

A la espera de ese cónclave, así se ha posicionado la dirección valenciana de Podemos ante Vistalegre 2:

Montiel y su núcleo de confianza (la diputada en Madrid Ángela Ballester o los diputados autonómicos Fabiola Meco, Marc Pallarés o David Torres, entre otros dirigentes) dan apoyo a la iniciativa de Errejón, Recuperar la Ilusión. Ésta apuesta por un reparto “proporcional puro”.

Para hacer eso viable con un sistema de listas abiertas y desbloqueadas han ideado un proceso en el que, básicamente, cada voto asigna un punto a cada candidato elegido. Básicamente, un sistema proporcional puro en el que las listas tengan un número de asientos en los órganos en consonancia con el porcentaje de votos obtenido. Explicación detallada aquí.

Sandra Mínguez, diputada autonómica, miembro de la dirección estatal y exsecretaria de organización en la Comunidad Valencia -fue destituida por Montiel- apoya la propuesta de Iglesias, DesBorda, con quién ha estado este fin de semana en los actos públicos de su propuesta.

DesBorda, presentado por Pablo Echenique y avalado por Iglesias, va un paso más allá de la proporcionalidad que tiene el sistema mayoritario actual, donde una lista puede llevarse el 80% de los puestos de un órgano. Ha recibido críticas por primar la lista más votada, pero sus promotores se defienden y alegan que lo que privilegia son las listas conjuntas.

Parte del sector crítico valenciano (el senador Ferran Martínez, los diputados autonómicos César Jiménez o Antonio Estañ o el secretario general en Valencia ciudad, Jaime Paulino) defienden una tercera vía: el documento,

#PropuestaValenciana, se basa en dos premisas: separar las ideas de las personas -uno de los puntos establece que las listas no podrán denominarse con ningún nombre propio personal- y conseguir una verdadera representación territorial. Ahora, la mitad de la dirección estatal de Podemos sale de la cúpula del partido en Madrid.

Otros tres diputados autonómicos -Daniel Geffner, Cristina Cabedo y, de nuevo, Estañ- han firmado en apoyo de la propuesta del sector anticapitalista de Podemos, Por Un Podemos En Movimiento. Esta iniciativa recoge la vía valenciana por la descentralización -la mencionada #PropuestaValenciana, con la que finalmente se ha fusionado- y apuesta por el sistema Dowdall, muy próximo a la proporcionalidad puro, un método abierto casi del todo. Alrededor de dos decenas de cargos valencianos de Podemos, casi todos críticos con Montiel, apuestan por esta vía.

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