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Una 'ceja' MVP, un rey del mate inesperado y un partido para olvidar

Anthony Davis superó el récord de anotación en un All-Star de Wilt Chamberlain.

Héctor Farrés

El All-Star 2017 no pasará a la historia. De hecho, irá directamente al cajón empolvado de aquellas citas que caerán en el olvido. En Nueva Orleans, en el estado de Luisiana, quedó patente una vez más que el fin de semana en el que las estrellas y las promesas de la NBA se reúnen para ver quién es mejor está derivando en un vodevil que en nada beneficia el baloncesto. Lejos quedan ya las dos prórrogas del encuentro de 2003 o la victoria del Este por 2 puntos en 2006.

El partido entre las conferencias Este y Oeste es el claro ejemplo de la involución del All-Star. En esta edición, que por tercera ocasión consecutiva se llevó el Oeste por un aterrador 192 - 182, se rompieron un par de récords: el de anotación global en el partido y la de máxima anotación individual. La suma de las unidades aportadas por ambos conjuntos, 374, pulverizó la marca que, precisamente, se estableció en la edición pasada con 369 puntos.

Uno de los mayores contribuyentes para que la constelación de estrellas de la NBA llegara a esta mareante cifra fue Anthony Davis. La 'ceja' del baloncesto anotó 52 puntos y capturó 10 rebotes para asignarse un MVP que los expertos le habían asignado de antemano a un Russel Westbrook que consiguió 41 puntos, repartió 7 asistencias y atrapó 5 rebotes saliendo desde el banquillo.

De hecho, el atlético base de los Oklahoma City Thunder obtuvo un más/menos bastante superior -la estadística que mide el impacto de un jugador en el partido- al del pívot de los New Orleans Pelicans. Davis, que pulverizó la marca de anotación en un All-Star que Wilt Chamberlain obtuvo en 1962 con 42 puntos, explicó tras el encuentro como se hizo con el MVP: “Cuando tenía 32 puntos, les dije a mis compañeros que quería llegar a 50 puntos”.

Concursos con sorpresas

Se esperaba un gran nivel en los tres torneos y el de mates, el más esperado de todos, fue el que más decepcionó. El joven Glenn Robinson III se alzó con el título en una fiesta del mate donde todos los participantes desafinaron. Las tres primeras demostraciones hicieron presagiar un buen concurso hasta que le tocó el turno a Aaron Gordon, claro favorito para llevarse el trofeo tras quedar subcampeón en la pasada edición. El alero de gran sonrisa y ojos saltones no dio pie con bola y eso que quiso innovar haciendo el primer mate de la historia con la intervención de un dron.

A la final llegaron los dos jugadores menos conocidos: Glenn Robinson III de los Indiana Pacers y Derrick Jr. de los Phoenix Suns. La afición de ambos por acumular personas bajo la canasta ofreció un buen espectaculo que acabó siendo demasiado repetitivo. Robinson III voló por encima de su compañero Paul George, la mascota del equipo y una animadora para matar a aro pasado - fue el mismo mate que el primero que hizo en el concurso - y aprovechar los numerosos errores de su contrincante para ganar.

El concurso de triples dio un mejor espectáculo, aunque Klay Thompson, al igual que Gordon, depcionó. El ganador de las últimas dos ediciones fue eliminado en la primera ronda y solamente Kyrie Irving, de los Cleveland Cavaliers, y Eric Gordon, de los Houston Rockets, dieron la talla. En un duelo eléctrico, en el que hubo que ronda de desempate, Gordon se llevó la victoria con 21 puntos por los 18 del habilidoso base.

Kristaps Porzingis, también contrapronóstico, se convirtió en el jugador con mayor habilidad de la NBA. El pívot de los New York Knicks venció en el concurso de habilidades pese a medir 2,21 metros. El letón, ex del Baloncesto Sevilla, se impuso a Gordon Hayward, de los Utah Jazz, en una final muy reñida. Isaiah Thomas, subcampeón de la pasada edición, cayó a las primeras de cambio.

El Resto del Mundo gana a USA

El Rising Stats Challenge es el pretexto de la NBA para enfrentar entre sí a los jugadores novatos contra los de segundo año - rookies vs sophomores - aunque desde 2015 el encuentro se ha convertido en una batalla a escala mundial: el equipo USA se debe enfrentar a una selección de jugadores de El Resto del Mundo, en equipos con rookies y sophomores mezclados. En el equipo ganador estuvieron los españoles Álex Abrines y Juancho Hernangómez.

Las estrellas emergentes de la NBA dieron rienda suelta a su calidad para ofrecer un encuentro lleno de pasividad defensiva que se decantó del lado de El Resto del Mundo por 141-150. El canadiense Jamal Murray, de los Denver Nuggets, se hizo con el MVP. El base, que tuvo la muñeca caliente durante todo el partido, anotó 36 puntos con un impresionante 9 de 14 en triples y repartió 11 asistencias. En el equipo ganador estuvieron los españoles Álex Abrines y Juancho Hernangómez.

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