Mueren cinco refugiados tras la represión policial de unas protestas frente a la oficina de Acnur en Ruanda
Al menos cinco refugiados congoleños han muerto y una veintena han resultado heridos después de que la Policía de Ruanda interviniera durante una nueva jornada de protestas por la reducción de las raciones alimentarias.
La Policía de Ruanda usó este jueves gas lacrimógeno para dispersar a cerca de 700 refugiados procedentes de República Democrática del Congo que viven en campamento de Kiziba, cercano a la frontera. Llevaban dos días concentrados frente a las oficinas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), adonde acudieron este martes para protestar por el recorte del 25% en las raciones de comida debido a la falta de fondos.
“Las protestas, que comenzaron el 20 de febrero, estaban relacionadas con los recortes en la ración de alimentos, lo que había agravado el sentimiento de desesperación y la falta de perspectivas a largo plazo para los refugiados”, ha explicado el organismo en un comunicado.
Acnur se ha mostrado “afectada” y “conmocionada” por las muertes y ha exigido a las autoridades ruandesas que garanticen la seguridad y la protección de los manifestantes. “Esta tragedia se podría haber evitado, y el uso desproporcionado de la fuerza contra refugiados desesperados no es aceptable”, señala la portavoz de Acnur, Cécile Pouilly.
La Policía ruandesa ha emitido un comunicado en el que da su versión de lo ocurrido. “Este jueves por la tarde (...) los manifestantes se volvieron violentos y la Policía intervino para calmar la situación. Los manifestantes violentos atacaron e hirieron a 7 agentes con piedras, palos y proyectiles metálicos”, reza el texto.
“La Policía se vio obligada a utilizar gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes y proteger y rescatar a los agentes. Desafortunadamente, 20 de los alborotadores resultaron heridos y cinco de ellos sucumbieron a las lesiones”, señala el cuerpo policial.
Pese al comunicado, el portavoz de la Policía ruandesa, Theo Badege, ha negado los hechos al ser consultado por Efe, y, aunque reconoce que 20 refugiados resultaron heridos, niega las muertes. Otros 15 refugiados fueron detenidos y acusados de incitación a la violencia, se indica en el texto de la policía.
La Policía ha negado también que haya usado munición real, pese a las informaciones de dos de los refugiados resultaron heridos por balas, y asevera que los manifestantes “se han negado” a aceptar las opciones ofrecidas por Acnur y por el Ejecutivo ruandés.
Por otro lado, Acnur ha pedido a los líderes de los refugiados que traten de “evitar nuevos enfrentamientos” y les insta a “respetar las leyes y a negociar pacíficamente” para encontrar soluciones a sus quejas.
Muchos de los 17.000 refugiados congoleños de Kiziba exigen regresar a su país para no morir de hambre ante la carestía de la comida. Acnur lamenta que “solamente haya conseguido un 2%” de los cerca de 99 millones de dólares (80,5 millones de euros) que necesita para apoyar a los refugiados en Ruanda en 2018.
De no conseguir un mayor apoyo de los donantes, adelanta el organismo, podría haber todavía más reducciones de alimentos. Ruanda acoge a más de 173.000 refugiados de la República Democrática del Congo y de Burundi en seis campamentos.
