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Concluye el motín de un grupo de migrantes en el CIE de Madrid tras 11 horas de protesta

Una de las personas que ha participado en el motín del CIE de Madrid sujeta una pancarta con el mensaje de  "Libertad" / Dani Gago (Podemos)

Gabriela Sánchez

Gritaron durante 11 horas “Libertad” y “Clemencia” pero acabaron resignándose y regresando al lugar que les mantiene retenidos. El motín del CIE de Madrid de un grupo de migrantes que exigía salir del mismo terminado sin heridos después de pasar una larga noche apostadas en lo alto de su azotea. El director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha confirmado que las 39 personas que pedían su salida del centro de Aluche han decidido volver al interior del edificio.

Una vez finalizada la protesta, varios activistas y asociaciones han continuado frente al CIE para exigir su cierre y lanzar gritos de “libertad” para los internos. La respuesta de éstos ha sido gritar lo mismo desde dentro y mostrar toallas por las ventanas. Además, la dirección del centro ha impedido la entrada para realizar la visita habituyal de los miembros de la asociación SOS Racismo Madrid.

Después del bloqueo de acceso al centro durante la madrugada de varios responsables públicos como el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid y varios diputados estatales y regionales,  la diputada de Unidos Podemos por Navarra, Ione Belarra también se han chocado con la negativa policial cuando ha finalizado la protesta. “He solicitado tener una conversación con el jefe de seguridad del centro, que es quien está a cargo del dispositivo, y la Policía nos lo ha impedido. Es un centro público y deberían dejarnos acceder dadas las circunstancias”, ha afirmado a eldiario.es.

Ante el rechazo de la Policía Nacional a permitir la entrada al CIE de Aluche a responsables públicos que tratan de obtener información sobre lo ocurrido así como al personal de ONG, la organización Coordinadora de Barrios ha solicitado a la Defensora del Pueblo que active el Mecanismo Nacional contra la Tortura para que su equipo de profesionales puedan visitar el centro y “poder garantizar que no se llevan a cabo sanciones a los internos que no sean escrupulosas con los derechos humanos”.

Del mismo modo, la ONG ha pedido a los jueces de control del CIE de Madrid, encargados de la vigilancia de las condiciones del centro, que visiten las instalaciones durante el día de hoy “debido a la excepcionalidad de la situación” y para “garantizar que todos los internos que lo deseen sean oídos”, según el documento registrado en el juzgado de instrucción número 19 de Madrid.

Por la tarde, la Policía también ha negado “hasta nueva orden” el acceso a las instalaciones a los familiares de los internos, que habitualmente pueden acudir en horario de visitas durante aproximadamente tres horas. 

Madrugada de protesta

“¡Libertad!”, “aquí hay gente enferma”, “nos tratan como a perros”. Los gritos empezaron a sonar a primera hora de la noche desde lo alto de la azotea del Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Madrid, que también pidieron “clemencia”.

El motín comenzó a las 21.15 horas, según fuentes policiales. Algo más de una hora después comenzaron a llegar los primeros activistas de diversos colectivos por el cierre de los CIE con la intención de apoyar a los internos y vigilar “posibles abusos policiales” si la Policía Nacional decidía reprimir la protesta.

La Policía Nacional desplegó varias patrullas por los alrededores del CIE con el objetivo de cerrar el acceso principal al centro. La Avenida de los Poblados, que permite la aproximación a la entrada del centro, estuvo cortada durante toda la madrugada. Las luces de emergencia de los coches policiales iluminaban la estación del barrio madrileño de Aluche. 

Algunos vecinos que intentaban continuar su camino habitual por esa calle, en un punto aún muy alejado del CIE, se preguntaban si había pasado algún suceso grave: lo que ocurría era el amotinamiento de decenas de personas encerradas debido a su situación irregular en el Estado español, lo que supone una falta administrativa, no un delito. Allí pueden permanecer privados de libertad durante un máximo de 60 días, a la espera de una expulsión que en la mitad de los casos no llega a culminarse.

Ninguno de ellos logró escaparse del centro, según ha asegurado la Jefatura Superior de Policía a la agencia EFE.

Personal vinculado al Ministerio del Interior trató de negociar con los internos, según fuentes del Ayuntamiento. Los migrantes que han protagonizado la protesta permanecieron vigilados por agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), antidisturbios, que acordonaron la zona.

La Policía impide entrar a concejales y diputados

Durante la noche se acercaron a las puertas del CIE varios concejales del Ayuntamiento de Madrid. Entre ellos, Javier Barbero, delegado del área de Seguridad del Consistorio, que intentó entrar al interior del centro alrededor de las 4 de la madrugada para “pedir información” de lo ocurrido, pero que fue frenado por los agentes de la Policía Nacional, institución competente en la gestión de los CIE. 

“Vamos a intentar entrar para que se nos facilite información por el responsable que está llevando negociación [con los internos], que no ha querido hablar conmigo en ningún momento”, anunció el responsable de Seguridad madrileño, acompañado por diputados de Podemos y concejales de Ahora Madrid. 

“Esta es una cuestión muy importante desde el punto de vista técnico pero también político, porque tiene que ver con los derechos humanos. Queremos fundamentalmente que se resuelva pacíficamente este conflicto, respetando los derechos humanos”, afirmó el concejal antes de su intento fallido de acceso al centro. 

Barbero y el diputado de la Asamblea de Madrid Pablo Padilla abandonaron la zona a las 4.00h con la intención de regresar unas horas después, según han informado a este medio. “Vamos a hacer turnos. Queremos que todo el tiempo haya una representación nuestra y sigan aquí los medios para que no haya abusos y se respeten los derechos humanos”, afirmó Padilla. El diputado del Congreso Rafa Mayoral fue su sustituto en la guardia.

Este era el mismo temor que obligó a los activistas de diversos colectivos sociales que exigen el cierre de los CIE a permanecer a las puertas de este. A través de Twitter pidieron el apoyo social para mantener la vigilancia en la zona y “evitar que se utilice la violencia”. 

Desde SOS Racismo Madrid explicaron a eldiario.es sus preocupaciones acerca de las posibles represalias que pueden recibir los internos amotinados. “Han gritado en varias ocasiones que hay gente de Argelia y Marruecos. Ellos pueden ser deportados con facilidad, en 48 horas podrían ser devueltos. Tememos que esto ocurra”, advirtieron.

Las reivindicaciones

Durante la noche de la protesta, los gritos surgían de un lado y de otro. De vez en cuando los internos encerrados en el centro pedían quedar en libertad desde lo alto del edificio amarillo y azul denunciado por diversas ONG por las vulneraciones de derechos humanos cometidas en su interior.

Para animarles, la veintena de activistas que corrieron a las puertas del CIE cuando se enteraron del motín les acompañaban en sus reivindicaciones y les transmitían su apoyo desde el exterior. “Muchas gracias, amigos”, respondían los internos.

La zona empezó a despejarse de medios y de defensores de los migrantes, aunque no se quedó vacía. “¡Buenas noches, mucho ánimo!”, entonaban de vez en cuando algunos de los activistas que regresaban a casa. Desde el tejado del CIE se escuchaban respuestas: “Muchas gracias por el apoyo. Hasta mañana”. 

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