Alemania propone recortar los fondos a países que no cumplan con las reformas

Alemania quiere reforzar los controles en el proceso de reformas iniciado en la eurozona y defiende que las recomendaciones de la Comisión Europea (CE) sean vinculantes y que se penalice con recortes en los fondos estructurales y de inversión a los países que no las cumplan en un plazo determinados.

La propuesta se incluye en un documento suscrito por los ministros de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y de Economía, Sigmar Gabriel, que publica hoy el semanario “Der Spiegel” y que el Ejecutivo germano entregó a finales de octubre a la CE, al presidente del Eurogrupo y a la presidencia italiana de turno de la Unión Europea (UE).

El objetivo de los dos ministros, según explica la revista, es que el proceso de vigilancia y sanciones sea vinculante, efectivo y transparente para que los socios europeos se apliquen en las reformas necesarias para asentar la consolidación fiscal y aumentar la competitividad de la región.

Para ello consideran que cada país miembro de la eurozona debería suscribir un convenido de reformas con la CE; la buena conducta sería recompensada económicamente y los incumplimientos, sancionados.

Con el fin de reforzar la obligatoriedad de las reformas, apuestan por fijar unos plazos determinados y vinculantes que aumenten “la presión sobre los Estados miembros para ponerlas en marcha de forma inmediata”.

Si no se cumplen los compromisos suscritos, los dos ministros recuperan la idea de imponer penalizaciones financieras y de recortar las transferencias de los fondos estructurales y de inversión que reciben los países.

En opinión de Schäuble y de Gabriel, hasta el momento los gobiernos nacionales han hecho suyas las recomendaciones de Bruselas de manera “insuficiente” y el debate sobre la necesidad de las reformas ha tenido un “éxito limitado”.

Para aumentar la presión sobre los ejecutivos nacionales sugieren elevar a nivel ministerial el diálogo sobre las reformas y darle publicidad y transparencia.

A juicio de Berlín, las reformas específicas que pida la CE deberían ser también más claras, y concentrase en campos concretos.

Por su parte, cada gobierno debería nombrar a un comisionado encargado de la implementación en el país de las recomendaciones de la CE.