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Muere el empresario Joaquín Rivero, símbolo de la burbuja inmobiliaria

El empresario inmobiliario Joaquín Rivero, expresidente de Bami y Metrovacesa, fallece a los 72 años de edad.

EUROPA PRESS

MADRID —

El empresario inmobiliario Joaquín Rivero Valcarce ha fallecido este domingo a los 72 años de edad a consecuencia de “una enfermedad neuronal de rápida evolución”, informaron fuentes próximas al que fuera presidente de Metrovacesa.

Natural de Jérez de la Frontera (Cádiz), Rivero fue uno de los mayores exponentes de la época de la burbuja inmobiliaria en España y llegó a estar incluido en la lista Forbes como una de las personas más ricas del país, con una fortuna de 1.700 millones de euros. Tuvo una dilatada trayectoria en este sector, en el que llegó a controlar y presidir las inmobiliarias Bami y Metrovacesa, con cuya fusión en 2005 constituyó la entonces primera inmobiliaria española y una de las mayores de Europa.

Rivero, que junto con su familia era uno de los mayores coleccionistas de privados de arte de Andalucía, también contaba con intereses en negocios bodegueros (Bodegas Tradición) y deportivos (Puerto Sherry). Su trayectoria profesional está marcada por protagonizar una de las mayores guerras de OPAs del panorama empresarial español de los últimos años. En 2006, en pleno 'boom' del sector inmobiliario, mantuvo durante casi un año una intensa pugna con la familia de promotores catalanes Sanahuja por el control de la inmobiliaria Metrovacesa.

La 'lucha' concluyó a mediados de 2007 con un acuerdo 'salomónico' para dividir los activos de la entonces Metrovacesa en dos partes. Rivero refundó Bami con los negocios que le correspondieron de la inmobiliaria, una firma que finalmente acabó en liquidación en 2015 como consecuencia de la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria que sobrevino en los años posteriores. El año pasado, las autoridades francesas condenaron al jerezano a cuatro años de prisión por malversación y blanqueo en Gecina, una decisión que estaba recurrida.

Rivero había iniciado su trayectoria profesional en la empresa familiar, si bien con 23 años ya constituyó una empresa fabricante de materiales de construcción y una constructora. En 1983, junto con otros inversores, fundó distintas sociedades inmobiliarias con las que participó en la promoción de más de 25.000 viviendas dentro y fuera de España.

En 1997, entró en la inmobiliaria Bami al comprar la participación del entonces Banco Central Hispano en la compañía, de la que se convirtió en accionista de referencia y presidente ejecutivo. A partir del año 2000, y al calor del crecimiento del sector inmobiliario, inició un periodo de expansión con el que, a golpe de OPA, se convirtió en uno de los principales empresarios inmobiliarios del país y de Europa.

Ese mismo año lanzó una OPA hostil sobre Zabalburu, inmobiliaria entonces participada por Altadis, y dos años después, compró el 23,9% de la entonces Metrovacesa, que en aquel momento estaba en manos de BBVA.

En 2003, tras salir airoso de una OPA hostil de dos grupos italianos por Metrovacesa, fusionó esta empresa con Bami, una operación que dio lugar a la entonces primera inmobiliaria de España y una de las primeras de Europa. La compañía fortaleció aún más su liderato cuando en 2005 compró la mayoría del capital social de la patrimonialista francesa Gecina.

No obstante, un año después arrancaría la referida 'guerra' de OPA's entre Rivero y la familia Sanahuja en el seno de Metrovacesa, que finalmente concluyó en 2007, en vísperas de la crisis, con la división entre ambos de la empresa.

La parte de la inmobiliaria que se quedaron los Sanahuja pasó a manos de la banca acreedora de familia. Los bancos que aún quedan en el capital de la empresa, actualmente controlada por el Santander, acaban de acordar su fusión con Merlín para dar lugar de nuevo a la mayor inmobiliaria del país.

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