Andalucía pone el Museo del Dique como ejemplo de pujanza del turismo industrial

El consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, ha puesto el Museo del Dique-Navantia de Puerto Real (Cádiz) como ejemplo de la pujanza del turismo industrial, un sector, que la Junta quiere impulsar con presencia en ferias y elaboración de guías.

Según ha explicado el consejero a los periodistas tras visitar estas instalaciones, declaradas Bien de Interés Cultural, el pasado industrial de Andalucía tiene “un enorme valor” y es necesario destacarlo y darlo a conocer porque “los turistas buscan cosas únicas que Andalucía puede ofrecer”.

Fernández ha anunciado que la Junta está estudiando fórmulas para mejorar la promoción de los recursos industriales de Andalucía y, en concreto, de este museo que la empresa naval Navantia ha desarrollado en sus instalaciones de Matagorda, referente de la construcción de barcos en los dos últimos siglos.

“Creemos que el museo puede tener un mejor acceso, para público general, sobre todo los fines de semana, y no sólo para grupos concertados, aunque, para eso, es necesario también que se ponga en marcha una promoción”, ha asegurado.

El director del Museo del Dique, José María Molina, ha agradecido la presencia del consejero en sus instalaciones y ha explicado que la compañía hizo un enorme esfuerzo inversor por recuperar para el turismo instalaciones del astillero de Puerto Real que estaban abandonadas.

“Es un museo con espacios recuperados, abundante documentación y un archivo fotográfico muy amplio que se encuentra digitalizad y, por tanto, está a disposición de todos”.

El Museo el Dique cuenta con una superficie visitable de 60.000 metros cuadrados, y ostenta numerosos reconocimientos nacionales e internacionales.

Forma parte del Registro Andaluz de Museos desde el año 1999 y está declarado, junto a la zona histórica del astillero de Matagorda, Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta desde enero de 2000.

El edificio destinado a museo está instalado en la antigua cámara de bombas de achique, tiene cuatro salas de exposiciones permanentes, biblioteca, hemeroteca y archivo fotográfico.

El conjunto lo completan el dique seco, la capilla, el antiguo botiquín (sala de muestras temporales), la escuela (archivo histórico) y las ruinas del Castillo de Matagorda, desde donde se controlaba el paso más estrecho de la Bahía.