Avances españoles en plásticos, una oportunidad para la agroalimentación chilena

La profunda transformación que vive la industria del plástico, de los derivados del petróleo a los materiales biodegradables, supone una gran oportunidad para el sector agroalimentario de Chile.

“Estamos justo en la transición, éste es el momento más adecuado”, asegura Víctor Rivera, director del centro tecnológico Aitiip (Zaragoza), que este jueves expondrá sus avances a las industrias del sector con motivo de la “Jornada de Innovación y Tecnología” que tendrá lugar mañana en la capital chilena.

“Una parte de las opciones que venimos a ofrecer a las empresas chilenas no pasa por el plástico convencional, sino por los materiales biobasados o biodegradables, que son sustentables. Ése es el futuro del plástico”, enfatiza el director de Aitiip.

“No concebimos hacer un envase alimentario que venga de un producto del petróleo; ahora estamos trabajando con derivados del almidón de la patata, de los sueros y otros materiales”, puntualiza este experto.

“Es verdad que el plástico tiene mala prensa, pero contamina porque se le da un mal uso, porque no hay una cultura de reciclaje, que por cierto es otra línea de trabajo muy importante”, puntualiza.

“No sólo es que hayamos convertido el océano en un basurero, sino que además tenemos un basurero lleno de recursos materiales que se pueden reutilizar”, subraya el director de Aitiip, un centro tecnológico que se ha convertido en una referencia en el sector a nivel europeo.

“La palabra 'plástico' viene del griego y significa cosa deformable. Coloquialmente llamamos plástico a todo, pero realmente abarca mucho más que los productos derivados del petróleo”, recalca.

Víctor Rivera sostiene que “en España, las empresas que se han salvado (de la crisis) han sido aquellas que han conseguido un nuevo nicho de mercado porque han salido al exterior”.

“Y lo que está pasando ahora es que estas empresas se dan cuenta de que tienen que ofrecer un nuevo valor añadido, que salir al exterior no basta, y ahí es donde entra en juego la innovación en las empresas”, agrega.

“La I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) es el salvamento para el futuro en un mercado global”, recalca Rivera, quien cree que “esa cultura en España está un poco anquilosada, aunque ahora está emergiendo”.

La misión de los centros tecnológicos es ayudar a que las empresas tengan éxito solventando los retos en esta materia, “porque el crecimiento es tan rápido que siempre hay que estar a la última”, enfatiza.

En el caso de la industria del plástico, los avances tecnológicos españoles pueden suponer una gran aportación para el sector en Chile.

“En España hemos constatado que la agroalimentación es uno de los sectores que más va a crecer en los próximos años, y esto supone disponer de alimentos en buenas condiciones y comida envasada”, señala el responsable de Aitiip, quien llama la atención sobre las elevadas exigencias sobre la materia de las directivas comunitarias.

“Lo que queremos transmitir aquí es que las empresas chilenas que producen envases para el sector agroalimentario necesitan profundizar un poco más. Nosotros podemos ofrecer buenos resultados en ese campo”, destaca Rivera a su llegada a Santiago.

Según datos del sector, la industria del plástico representó en 2014 en torno al 1,3 % del PIB de Chile, con una producción de 3.744 millones de dólares. Además, proporciona empleo a alrededor de 40.000 personas que trabajan en más de 370 compañías.

El uso de plástico es de 50 kilos por persona al año, lo que convierte a Chile en uno de los países de mayor consumo en toda Latinoamérica, donde hay un promedio de 31 kilos, lejos de los 150 de Estados Unidos y los 136 de Europa.

La caída de los precios del cobre, principal producto de exportación del país, está volteando la mirada hacia otros sectores, como el de la agroalimentación, que tiene en China un enorme potencial como mercado de destino y abre grandes perspectivas de negocio para la industria del plástico.

“Chile, como España, es una gran potencia en agroalimentación. Actualmente, los hábitos alimentarios de los seres humanos pasan por comer alimentos envasados y Chile tiene en Asia un enorme mercado”, coincide Rivera.