Aznar dice que el proteccionismo actual no es sólo atribuible a Trump

El expresidente del Gobierno español José María Aznar defendió hoy que el proteccionismo incipiente no se puede atribuir sólo al Gobierno estadounidense de Donald Trump y consideró que este fenómeno se mantendrá en la política mundial al menos en el medio plazo.

“El proteccionismo incipiente no es un fenómeno atribuible sólo a la administración Trump. No comparto los preceptos proteccionistas que está intentando implantar, pero el sesgo proteccionista en la política mundial es anterior a su llegada”, dijo durante una conferencia en Lisboa, en la que participó como consejero del despacho jurídico DLA Piper.

Aznar recordó en ese sentido las manifestaciones en contra de las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio e Inversiones entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (TTIP) y señaló que “el sesgo proteccionista ha llegado para quedarse al menos en el medio plazo”.

“El proteccionismo siempre implica el empobrecimiento del vecino y por tanto que el vecino responda haciéndote daño donde más te duele”, refirió.

Añadió que supone “apostar por el corto plazo a cambio de perder la prosperidad futura”.

El expresidente del Ejecutivo español aseguró que el sesgo proteccionista de la política mundial “inevitablemente va a afectar a las economías más abiertas”, entre las que situó a España y Portugal, que también van a sufrir las consecuencias del “brexit” o ruptura con la UE porque el Reino Unido era un “aliado natural” de ambos.

Frente a ello, considera que ambos países deben “ahondar en el vínculo atlántico”.

“Se trata de profundizar en aquello que está en nuestro ADN”, consideró Aznar, que abogó por apostar por el libre comercio y el atlantismo y dijo que la aspiración de TTIP “sigue viva”.

En ese sentido, opinó que “cerrar un acuerdo con la Alianza del Pacífico sería muy importante para la Unión Europea”, así como con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

Aznar también analizó el auge de partidos populistas, tanto a izquierda como a derecha, y su consolidación en el panorama político europeo, que a su juicio está relacionada con la crisis de los partidos tradicionales, por su “falta de liderazgo, de reformas, de complicidad con ciudadanos y de resultados”.

En el caso de la izquierda, consideró que “desde la caída del Muro de Berlín la izquierda europea vive en crisis existencial en busca de un discurso”, y que en algunos casos la izquierda moderada “se ha disfrazado de radical”.

El expolítico español valoró también el futuro de la Unión Europea y consideró que cuestionar su existencia es “simplemente un ejercicio de irresponsabilidad”.

“La UE es posiblemente el mayor ejercicio de integración pacífica y voluntaria entre naciones libres en toda la historia de la humanidad”, defendió.

“Hay que recuperar el espíritu fundacional y construir la Europa posible, que respeta las identidades nacionales. Una Europa que se dedique a culminar la unión bancaria, culminar el mercado interior, fomentar el libre comercio”, concluyó.