Brasil registra en febrero un déficit primario de 711,6 millones de dólares en sus cuentas

El sector público de Brasil registró en febrero un déficit primario fiscal consolidado de 2.300 millones de reales (unos 711,6 millones de dólares), resultado que redujo el superávit de los dos primeros meses del año, informó hoy el Banco Central.

El resultado de febrero contrasta con el histórico superávit de 21.063 millones de reales (unos 6.517 millones de dólares) de enero, que fue el mayor saldo en los últimos 14 meses y coincidió con las primeras medidas de ajuste adoptadas en el inicio del segundo mandato de la presidenta, Dilma Rousseff.

Para el balance negativo de febrero incidió el déficit primario de 7.400 millones de reales (unos 2.289 millones de dólares) del llamado Gobierno Central (Tesoro Nacional, Previsión Social y Banco Central), el peor resultado para el mes desde 1997 cuando comenzó la actual serie estadística de medición.

Así, en lo que va del año, el superávit primario acumulado es de 18.800 millones de reales (unos 5.816 millones de dólares), un 14,93 % menos en comparación con los dos primeros meses de 2014.

En los últimos doce meses, el saldo entre los ingresos y los gastos del sector público acumula un déficit primario de 35.800 millones de reales (unos 11.076 millones de dólares), equivalente a un 0,69 % del Producto Interior Bruto (PIB) y un 14 % superior al interanual que se tenía en enero.

El resultado primario en las cuentas públicas es la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno Central, de las administraciones regionales y de las empresas estatales sin tener en cuenta los recursos destinados al pago de intereses de deuda.

Este indicador es la referencia utilizada en Brasil para medir la salud de las cuentas públicas, puesto que indica el posible ahorro que el Gobierno hace para pagar sus compromisos de deuda.

Este año, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, se propuso como meta alcanzar en 2015 un superávit primario equivalente al 1,2 % del PIB, que pretende elevar hasta el 2 % en 2016 y 2017.

Para ello, el Gobierno comenzó a anunciar desde diciembre pasado medidas para ajustar sus cuentas, entre ellas restricciones a algunos beneficios otorgados a los trabajadores, como el seguro de desempleo y las pensiones.

Igualmente han sido anunciados aumentos de impuestos, entre ellos los que inciden sobre los combustibles, elevaciones en los intereses cobrados sobre préstamos de bancos públicos y reducciones de los gastos de los ministerios.

El Banco Central informó igualmente de que la deuda líquida del sector público brasileño bajó desde el equivalente al 38,6 % del PIB en enero hasta el 36,3 % que se alcanzó en febrero.