Bruselas ampara los recortes en España tras empeorar su previsión de crecimiento y déficit

El déficit en España no bajará del 3% del PIB hasta 2018, según la Comisión Europea, lo que supone dos años más por encima del límite dado por el Ejecutivo comunitario. En las previsiones económicas de primavera presentadas este martes, Bruselas corrige al alza la estimación del déficit que el Gobierno en funciones presentó el pasado viernes (3,9% frente a 3,6% en 2016; 3,1% frente a 2,9% en 2017) y rebaja en dos décimas el crecimiento que espera para este ejercicio hasta el 2,6% del PIB.

Y todo ello a pesar de cierto viento a favor, principalmente el bajo precio del petróleo, el efecto de las medidas de estímulo monetario del Banco Central Europeo (BCE) “y la vuelta de un desarrollo positivo del mercado laboral”, aunque basado en empleos temporales de baja calidad.

Bruselas, que también empeora las previsiones de crecimiento del Gobierno, insiste en el mantra de las reformas. Mientras se espera que el el gasto en pensiones aumente, “hay decisiones que tienen que ser tomadas”, ha señalado el comisario Pierre Moscovici preguntado por cómo España podrá crecer. España incumplirá no solo su compromiso de reducir el desvío del déficit hasta el 4,2% en 2015, sino que tampoco alcanzará el 2,8% comprometido este año. En el aire aparece la amenaza del denominado ‘procedimiento sancionador’, aunque ningún estado miembro ha sido sancionado hasta ahora por incumplir los objetivos del déficit.

La petición de más reformas ha sido más sucinta que en anteriores comparecencias. “La previsión de ahorro del 0,3% del PIB para 2016 descansa en las recientemente anunciadas medidas destinadas a embridar el gasto de los gobiernos central y regionales”, dice la nota de la Comisión sobre España. “Este ahorro está sujeto a riesgos en su implementación y requieren el compromiso activo a diferentes niveles de Gobierno”.

Moscovici sin embargo ha evitado pedir explícitamente más recortes, pero ha defendido que las previsiones comunitarias sobre España “son justas”. El crecimiento para este año y el que viene serán, en opinión de Bruselas, de un 2,6% y 2,5%, una décima menos que lo establecido por el Gobierno en funciones la semana pasada. En cuanto a la tasa de desempleo, Bruselas mejora en cuatro décimas sus previsiones para este año, al situarla en el 20%, y en ocho décimas la del siguiente, cuando augura un paro del 18,1%.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios ha recordado que España, a pesar de la rebaja en el impuesto sobre la renta, compensada con el aumento de otros tributos, la recaudación fiscal se ha mantenido “ayudada por una fuerte recuperación de la demanda doméstica”. Las críticas no se basan en el recorte del IRPF, sino en el aumento del gasto.

Moscovici, que ha protagonizado en los últimos meses varios choques con Luis de Guindos por sus previsiones sobre las cuentas públicas españolas, no olvida que el “gasto del Gobierno repuntó en la segunda mitad del año”, justo antes de las últimas elecciones generales, “con un notable aumento a la hora de compensar a los funcionarios y en la inversión pública”.

El viento a favor también importa. “La reducción del déficit descansa en gran parte sobre la perspectiva macroeconómica positiva”. Y hay anotaciones acerca de la “incertidumbre” de la situación política del país, abocado a nuevas elecciones. Si para España la baja inflación es la causante del empeoramiento de los datos macroeconómicos, para Bruselas la razón está en la reclasificación de activos y las medidas de apoyo al sector financiero, además del gasto en el tramo final de la legislatura de Rajoy.