La CE subraya la posibilidad de mecanismos de compensación tras ventas abusivas

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, declinó hoy comentar sobre la situación en la que se encuentra el Banco Monte dei Paschi di Siena, pero señaló que Bruselas trabaja con los países para establecer herramientas de compensación a los ciudadanos afectados por ventas abusivas.

Vestager declinó comentar sobre las informaciones que apuntan a que la entidad más antigua del mundo podría ser intervenida por el Gobierno italiano este fin de semana, tratando de proteger a los bonistas que tengan menos de 100.000 euros, en contra de lo que en principio marcan las normas europeas.

En Italia, muchos pequeños ahorradores tienen en sus manos bonos de los bancos en dificultades, una de las cuestiones que complican la toma de decisiones sobre cómo sanear el sector.

No obstante, en términos generales, Vestager recalcó que hay “varias herramientas disponibles para las autoridades nacionales en el caso de que un banco tenga problemas” dentro de las normas europeas y apuntó en concreto a sistemas de compensación de los clientes que hayan sido perjudicados por ventas abusivas.

“Una de las cosas en las que hemos estado trabajando son, por supuesto, herramientas que permitan a los gobiernos compensar por ventas abusivas de diferentes tipos”, subrayó la comisaria.

“Esto es algo en lo que hemos trabajado antes y volveremos a trabajar de nuevo si quieren establecer esquemas que permitan compensar a los ciudadanos si se han dado prácticas abusivas”, añadió.

La inestabilidad política desatada en el país tras la derrota de Matteo Renzi en el referendo constitucional del domingo está pesando sobre Banco Monte dei Paschi di Siena, que está experimentando dificultades para sacar adelante la recapitalización de 5.000 millones de euros procedentes de fuentes privadas que ha emprendido.

Las normas europeas sobre resolución bancaria establecen una jerarquía que aporta claridad sobre qué acreedores y en qué orden deben verse sometidos a quitas en los conocidos como “rescates internos”, empezando por los accionistas, seguidos de la deuda subordinada y los bonos júnior, de deuda sénior y finalmente de depósitos no asegurados.

Los depósitos de menos de 100.000 euros son los únicos que están excluidos permanentemente de estas quitas.

Además, las normas establecen que un 8 % del pasivo de los bancos tiene que asumir potenciales pérdidas para cubrir el rescate y, si no fuera suficiente, ya se podría recurrir a los fondos de resolución nacionales y al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) de la eurozona.