Fitur refleja al sector tal y cómo es, no hace milagros, según su directora

Fitur, que inaugura el próximo miércoles su XXXIII edición, reduce por quinto año consecutivo su tamaño, a lo que su directora, Ana Larrañaga, resta importancia, al considerar que una feria “refleja al sector tal y como es, no lo transforma ni hace milagros”.

En cinco años, la feria internacional de turismo madrileña ha disminuido casi a la mitad la superficie contratada, al pasar de más de 100.000 metros cuadrados en 2008, su última edición con crecimiento, a los 56.500 que ocupará esta semana en el recinto ferial de Ifema.

“Si el sector se ha contraído, Fitur se contrae, porque la feria no crea empresas, sino las agrupa”, apuntó Larrañaga en un entrevista con EFE, al tiempo que destacaba que es la feria más internacional de España y segunda en términos de superficie, tras la de regalo, que tiene dos citas anuales, también en Ifema.

A pesar de un espacio casi un 9,6 % inferior al de 2012 y la participación de 500 empresas menos, Larrañaga hizo hincapié en que Fitur crece este año un 3 % en clientes, con 50 titulares de “stands” más, aunque disminuye el número de coexpositores.

La directiva detalló que, de ese crecimiento, un 13 % corresponde a los titulares de “stands” en el ámbito de empresas, donde, no obstante, se ha contratado un 5,5 % de espacio menos.

Frente a esta caída, que se suma a la que se ha producido en la parte institucional y autonómica, el ámbito internacional crece un 3 % en metros cuadrados contratados.

Además, se ha vuelto a congelar los precios de contratación, después de la subida del IPC (del 3 %) aplicada en 2012, y los que paga el público en general, mientras que el descuento por “pronto pago”, que Fitur ofrece a los expositores, se ha reducido del 10 % al 5 %, según datos de la organización.

Ante la ausencia en Fitur de algunos importantes operadores o destinos, Larrañaga opinó que la feria reúne a múltiples segmentos del turismo y cada uno de ellos tiene unos objetivos distintos cada año, por lo que “un año la feria puede ajustarse muy bien a las prioridades que tenga marcadas una empresa y otro no”.

Aunque Larrañaga duda de que haya que darle tanta importancia al indicador de metros cuadrados, reconoce que “a menos metros, menos ingresos”, lo que obliga a hacer con menos “lo máximo posible” para que Fitur siga teniendo una divulgación adecuada.

A su juicio, lo importante es el porcentaje de la representación sectorial que tenga Fitur y que éste siga respondiendo a las necesidades e intereses del sector, de manera que los profesionales que acudan a la feria, vean cumplidas sus expectativas y “salgan contentos”.

Hace cinco años, las prioridades del sector en la feria -según la directiva- posiblemente tenían un peso mayor en temas como las relaciones públicas o ver que está haciendo la competencia, mientras que el aspecto comercial tenía un lugar importante, pero no tan prioritario como ahora.

Actualmente, el número uno son los objetivos comerciales, contactos, negocios, oportunidades, abrir nuevos mercados o afianzar y captar clientes, en tanto que las relaciones públicas ya pasan a un quinto o sexto lugar, aunque depende de cada empresa, precisó.

El compromiso de Fitur es poner en marcha plataformas encaminadas a conseguir estos objetivos de profesionalización y de negocio, pero es cada participante quien tiene que aprovecharlas y sacarles el mayor jugo posible, ya que la feria “no puede hacer de agente mediador, puesto que no lo es”, apuntó.

En cuanto al público en general, Fitur ofrecerá por primera vez la posibilidad de reservar escapadas directamente a los operadores, y, además, con atractivos descuentos, lo que podría impulsar la afluencia de visitantes, añadió.

Fitur es la primera feria del calendario, recordó, por lo que en ella se perfila el comportamiento del sector que replican luego otras citas turísticas y se define una serie de líneas de trabajo que serán ratificadas, modificadas o ampliadas en el circuito de salones turísticos internacionales.