Guatemala apuesta por un crecimiento económico sostenible del 5,1 % en 2021

Guatemala presentó hoy su Política Económica 2016-2021, en la que se apuesta por un crecimiento “incluyente y sostenible” para pasar de un crecimiento actual del entre el 3,5 y el 3,9 % al 5,1 % en 2021.

La estrategia, coordinada con el Ministerio de Finanzas Públicas, el Banco de Guatemala y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia, fue presentada en un acto protocolario y tiene como principal objetivo alcanzar un crecimiento económico sostenible que no comprometa la estabilidad macroeconómica del país.

El ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, explicó en una conferencia que el país “no crece más rápido hoy en día porque le faltan bienes públicos” como seguridad, capital humano o infraestructura, por lo que esta propuesta aboga por un aumento de la carga tributaria y un crecimiento de la inversión pública y privada.

Esta medida, dijo, pretende “cambiar la vida de la gente más pobre y necesitada” y evitar así problemas como la migración por falta de oportunidades.

Además del crecimiento económico, la estrategia busca aumentar la tasa de inversión anual con respecto al PIB del 3,9 al 7,4 % en el sector público y del 4,5 al 7,5 % en la iniciativa privada; mientras que la de inversión propia del PIB se espera elevarla del 1,6 a 5,7 % en el sector público y del 14,4 a 15,1 % en el privado.

El déficit fiscal, según este plan, prevé que sea de entre el 1,8 y el 1,9 % del PIB, la carga tributaria debe pasar del 10 al 13,1 %, y la deuda pública total del 22 al 25,1 %.

Una de las primeras acciones de la Política Económica 2016-2021 radica en la estrategia de “dinamización de la economía local”, que consiste en un acercamiento de las autoridades políticas, empresariales y de la sociedad civil a nueve municipios “clave”.

Estos lugares son Chiquimula, Retalhuleu, Quetzaltenango, Cobán, Petén, Puerto Barrios, Escuintla, Huehuetenango y Antigua Guatemala.

La propuesta pretende, además, captar unos 5.800 millones de quetzales (unos 680 millones de euros) al elevar los impuestos a los combustibles, el cemento y la regalía que las mineras dan al Estado por la explotación de minerales preciosos.

El titular de Finanzas indicó que estos incrementos están enfocados en los ciudadanos con mayores recursos.