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De Guindos augura una “situación terrorífica” de “empobrecimiento brutal” y corralito si Catalunya se independiza

El ministro de Economía, Luis de Guindos

Marina Estévez Torreblanca

“Empobrecimiento brutal” y “suicidio económico” de una Catalunya “arrancada de cuajo del mundo”: El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha descrito este jueves un escenario apocalíptico y distópico si se llegase a concretar la “irresponsabilidad” de la Generalitat en el pulso soberanista. Lo ha hecho en el pleno en el que se ha convalidado el real decreto que facilita la salida de empresas de la comunidad autónoma. Ya son cerca de 800 las firmas que han trasladado su sede social desde que empezó el proceso en torno al referéndum del 1 de octubre, entre ellas Caixabank, Abertis o Bimbo.

De Guindos, que ha pedido aprobar sin cambios el decreto para no generar “dudas” en estas compañías, ha afirmado que los traslados del domicilio social son un mero “aperitivo” de lo que podría ocurrir si la independencia catalana se llegara a concretar, “cosa que este Gobierno no va a permitir”, ha advertido.

Ha negado teorías “conspirativas” sobre posibles presiones sobre estas firmas para que salgan de Catalunya (como ha asegurado el presidente del comité de empresa de Seat), y ha insistido en que estas compañías están “votando con los pies” por miedo a la ruptura de la legalidad y a la inseguridad jurídica. “No me sobrevaloren y no estén tan ciegos”, ha dicho De Guindos para negar que la salida de empresas responda a sus supuestas presiones. “¿También llamo yo para cancelar reservas hoteleras o para que bajen las ventas en grandes superficies?”, ha preguntado.

El ministro ha asegurado que, en caso de independencia, Catalunya se vería “arrancada de cuajo” de su integración en los flujos comerciales y de capital del mundo: “dejaría de tener acceso a las ventanas de liquidez del BCE, la restricción crediticia sería brutal y la de 2012 sería un chiste en comparación”.

“La corrida bancaria sería brutal, y eso llevaría a una situación indeseable de limitar la retirada de dinero, como en Grecia (...). A una teórica Cataluña independiente solo le quedaría montar su banco central y su divisa, denominémosla 'peseta catalana', que desplazaría al euro: una devaluación de los ahorros de los catalanes, que correrían a intentar protegerlos”, ha predicho. Aunque ha descrito la situación, no ha pronunciado la palabra “corralito”, cosa que la diputada del PP Teresa Palmer Tous sí ha hecho a continuación: “Hay un corralito que habría que imponer tras la independencia”.

Más tarde, en declaraciones a los medios, De Guindos ha matizado que no habrá ningún “corralito” en Catalunya y ha recordado que las dos principales entidades financieras catalanas, Caixabank y el Banco Sabadell, están “bajo el paraguas” del Banco Central Europeo y del Fondo de Garantía de Depósitos, informa Efe.

En todo caso, a juicio de De Guindos, en esta “situación terrorífica” la capacidad recaudatoria se vería mermada y no se podría hacer frente a la educación, la sanidad y los principios básicos del estado del bienestar. “Tendrían que acudir a la generación de inflación y eso lleva a un empobrecimiento brutal de la sociedad catalana”.

“Dicen que no habrá independencia, pero actúan como si fuera a pasar”, responde Garzón

El portavoz de Unidos Podemos, Alberto Garzón, ha acusado a De Guindos de hacer “un ejercicio de propaganda para inculcar el miedo en una población que ya está sometida a bastantes presiones”. “Lo que el ministro ha dibujado hoy aquí es una distopía que no tiene nada que ver con la realidad del país”, ha dicho.

El dirigente de Izquierda Unida ha rebajado la importancia de los cambios de sede y los ha calificado como “administrativos”. “Yo soy contrario a la independencia, pero ustedes está echando gasolina al fuego. Llamar al miedo a la población es una irresponsabilidad”.

Según ha dejado traslucir, su impresión es que el Gobierno estaría favoreciendo la salida de empresas de Catalunya “como arma en el conflicto político”. Para ello habría aprobado el decreto por el que no es necesario el acuerdo de la junta de accionistas para aprobar un cambio de sede, y estaría presionando a sus cúpulas directivas para que lo ejecuten: “es muy extraño que 800 empresas hagan un gesto de manera simultánea”, ha opinado Garzón.

Retirada de 4.000 millones en depósitos

Además, en línea de las palabras de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, la diputada del PP Palmer Tous ha insistido en que “los ciudadanos catalanes han movido hasta 4.000 millones de euros de sus depósitos fuera de Cataluña”. Al igual que ocurrió el día que Montserrat realizó esas declaraciones De Guindos ha aprovechado su siguiente intervención para matizar que “en cuanto los dos bancos (Caixabank y Sabadell) anunciaron la modificación del domicilio, la situación se revirtió” en relación a la retirada de depósitos.

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