Hollande quiere una ambición europea en defensa, energía o economía digital

El presidente francés, François Hollande, consideró hoy que Europa no debe limitarse a ser un mercado, sino que tiene que tener ambiciones en otros terrenos, y señaló su interés en que la integración avance en la defensa, la energía o la economía digital, así como en la protección de sus fronteras.

“Tenemos que decir a Europa que no puede ser simplemente un mercado”, señaló Hollande en el tradicional discurso de Año Nuevo ante el cuerpo diplomático.

A su juicio la Unión Europea “tiene que tener ambiciones” y citó en primer lugar la defensa, pero también la energía con “una política de diversificación de recurso, de puesta en común de redes”, y la economía digital.

A continuación se refirió a “la protección de las fronteras” para subrayar que “no queremos revivir lo ocurrido en Lampedusa”, la isla italiana a la que han llegado en los últimos tiempos miles de clandestinos desde el norte de África.

Insistió en que para hacer frente a ese problema hay que abordarlo con los países de origen de los inmigrantes y dar muestras de “solidaridad”.

Hollande se felicitó por los avances conseguidos en el último año en la zona euro e hizo notar que los grandes países, como Alemania y Francia, “han sido solidarios hacia los que podían estar en mayores dificultades, y a los que se ha pedido mucho”.

“Hoy la zona euro está estabilizada, y el nivel del euro está particularmente alto, algo sobre lo que no haré comentarios”, dijo en alusión a la polémica cuestión de la cotización de la moneda única, de la que se quejan muchos empresarios franceses -porque les perjudica en su competitividad exterior- y en ciertas ocasiones también algunos miembros del Gobierno de Hollande.

El presidente francés insistió en el logro que supone el acuerdo sobre la unión bancaria cerrado en diciembre en la cumbre de la UE, porque dijo que se trata del “proyecto más ambicioso desde la moneda única”.

Señaló que con la unión bancaria, cuando haya un problema con una entidad será el sistema financiero el que tendrá que pagar, y no los contribuyentes.