Huelga indefinida en la limpieza de las terminales 1, 2, 3 y 4 de Barajas

Los trabajadores de la limpieza de las terminales 1, 2 y 3 iniciarán el próximo jueves una huelga indefinida, a la que se sumarán a partir del 28 de enero los empleados de la T4, ante los incumplimientos del convenio por parte de las empresas gestoras del servicio y el anuncio de despidos.

Así lo ha denunciado Javier Blanco, secretario general en funciones de USO-Madrid, que ha criticado que las empresas que gestionan estos servicios, Eulen en la T4 y Pilsa en las terminales 1, 2 y 3, “amenazan con despidos sin plantear otra solución”, después de que Aena haya reducido la cuantía de estas contratas en un 20% para el años 2013.

“Como siempre, quieren que sean los trabajadores los que carguen con la decisión de Aena de disminuir el presupuesto de las concesiones”, ha criticado Blanco.

El servicio de limpieza de Barajas es explotado por Pilsa, con 270 empleados, Eulen con unos 250 y Valoriza, con 150, encargados del edificio satélite de la T4, y cuyos representantes sindicales están en negociaciones con la compañía, ante su pretensión de modificar las condiciones laborales de los empleados.

Los representantes sindicales de los trabajadores de Pilsa han explicado que la huelga, que se iniciará a las 23.00 horas del jueves 24 de enero, se debe a Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo de 54 trabajadores y a los incumplimientos continuados de los acuerdos firmados con la empresa.

Los sindicatos del Comité de Empresa han expresado su “más rotundo” rechazo al ERE y han pedido su “retirada inmediata”, tras recordar que “cuando Pilsa se hizo cargo del servicio, asumió una plantilla de 326 trabajadores, de los que, en la actualidad, quedan unos 270, lo que supone una reducción del 17%, sin que esta medida se haya basado en una reducción del presupuesto del contrato”.

Los representantes de los trabajadores han criticado también que la disminución del contrato por parte de Aena “sólo modifica la reducción económica del 20% de la adjudicación, pero no impone la disminución de frecuencias de limpieza ni la disminución de la plantilla”.

Además, los sindicatos aseguran que las pérdidas aducidas en el ERE “no son generadas por menor venta o mayores gastos, sino por la deficiente prestación del servicio por parte de la empresa, ya que esos menores ingresos se deben a las penalizaciones impuestas por el cliente”.