Nadal justifica el control de Cataluña por ver si es legal en el pago a proveedores

El Gobierno central reconoce que Cataluña tiene “la capacidad plena de usar su cuenta corriente como quiera”, pero ha justificado que el Ministerio de Hacienda controle su extracto bancario para ver si cumple adecuadamente la legalidad en el pago a los proveedores, especialmente, en servicios sociales.

Así lo ha señalado hoy en Pamplona el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, invitado en un foro de economía organizado por Navarra Capital y la Cadena Cope Navarra, donde ha explicado que en Cataluña “gran parte de los recursos tienen que ir prioritariamente a pago de proveedores y, dentro del pago de proveedores a aquellos que sirven al gasto social”.

En ese “gasto social” se incluye “Sanidad, Educación y Servicios sociales” y, en lugar de eso, “se han quedado en una cola sin cobrar”.

“Es una situación anormal porque esa comunidad autónoma tiene una obligación de pagar preferentemente a este tipo de proveedores y además tenemos una situación muy débil de la deuda catalana, lo que los mercados financieros llaman bono basura”, ha subrayado.

Nadal ha incidido en que “hay una intencionalidad por parte del Parlamento de Cataluña y del Gobierno de la Generalitat en incumplir determinadas leyes del Estado”

Todo ello, “especialmente” el hecho de que los proveedores de los servicios sociales “estén a la cola y se queden los últimos sin cobrar”, ha hecho que el Ministerio de Hacienda “pida el extracto bancario”.

También, desde el punto de vista institucional, Nadal ha señalado que su preocupación es “menor” porque “no va a haber un proceso secesionista” en Cataluña ya que “constitucionalmente no es posible”.

Otra razón que ha esgrimido es que a nivel europeo “tampoco es posible”, y ha recordado que el “propio concepto de los independentistas que quisieron plantear como un plebiscito las elecciones autonómicas pasadas”, resulta que “las perdieron y no hubo una mayoría de votos independentistas”.

Así ha pronosticado que se va a generar “una fricción”, que a su juicio debería “evitarse y reconducirse”, pero “no va a haber un elemento institucional de ruptura” porque hay muchos elementos “en juego”.

En este contexto, ha insistido en que “no es bueno tener una situación de inestabilidad política y de preocupación y que salgan noticias de empresas que mueven su sede social”.

Tampoco es “bueno” -ha apostillado- que con los “inmensos recursos” que se gestionan desde la autonomía catalana el objetivo político del Gobierno “no sea mejorar la economía catalana y el bienestar social, sino un proceso que saben que está muerto antes de nacer”.